"No hay lugar para la prensa, los periodistas a la plaza" fue la recepción de un grupo de patovicas para quienes pretendían cubrir desde el palco el acto oficialista.

Solo tuvieron acceso quienes obtuvieron un papel con una publicidad del gobierno. "La prensa está en contra nuestro, pero creo que tendrían que cambiar las directivas", señaló un sobreviviente de los forcejeos en el acceso de la esquina de Rivadavia y Entre Ríos.

Lo curioso fue observar cómo los mismos"custodios" cedían ante las Madres de Plaza de Mayo, a quienes, con una mueca de disgusto, se resignaban a dejar pasar. La organización del evento en la plaza de los dos Congresos se la adjudicó un llamado "Comando K".

"Río Negro" hizo la recorrida para llegar al lugar junto a unos cuarenta empleados que partieron del ministerio de Educación; lo propio ocurrió con la mayoría de las reparticiones públicas como el personal de la Biblioteca del Congreso y filas de docentes nucleados en la CTA, quienes con cánticos fervorosos y extensas banderas fueron llegando desde los accesos cortados al tránsito desde muy temprano.

Pero el núcleo duro de la marcha lo aportaron las intendencias del conurbano, así como los miles de movilizados por los sindicatos que integran la CGT (Camioneros, UOM, UOCRA y Unión Ferroviaria). Otro sector importante, cobijado bajo extensas banderas fue el aportado por organizaciones sociales como Barrios de Pie o Libres del Sur. Después del himno nacional la concurrencia cantó la marcha peronista. Una veintena de globos con sus consignas se elevaban en la tarde de clima primaveral.

Una de las ministras más entusiastas fue la de Defensa, Nilda Garré. "Todavía hay núcleos duros de pobreza y una renta extraordinaria que es de todos los argentinos. Tenemos toda la oposición enfrente y causa gracia ver a Barrionuevo del brazo de Llambías y Miguens" afirmó Garré.

El legendario Antonio Cafiero, tras recibir el abrazo de su hijo Juan Pablo, destacó lo masivo de la manifestación; y desde su óptica consideró que para salvar la crisis lo mejor sería que gane el sí en el Senado, "sino el gobierno quedaría muy debilitado". Pronosticó una "evaporación" del fenómeno del campo tras el conflicto. ¿Pero acaso el justicialismo no está dividido?, lo abordó Río Negro": "No tanto, además el peronismo tiene 70 años de lucha y ellos 70 días (sic)".

Una verdadera tropa secundó en su ingreso al acto a los diputados Carlos Kunkel, Eduardo Fellner, Díaz Bancalari, Jorge Coscia. Más temprano había arribado el senador rionegrino Miguel Pichetto.

El gobernador rionegrino Miguel Saiz se mostró al lado de su par de Chaco, Jorge Capitanich. El primero apretó sus manos cuando Kirchner mencionó a Perón y Evita. Saiz aplaudió cuando nombró a las Madres.

CLAUDIO RABINOVITCH