El jueves fue una jornada de Saiz inusual. Fueron horas de tensión. Era el resultado del poder y la presión del kirchnerismo.
Tres llamadas habían dejado esa sensación en el gobernador. Durante esa mañana, Saiz atendió al Jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
"Miguel, fijate qué haces con Verani. Acá no se juega", fue la conclusión final del jefe de Gabinete. Esa línea con Casa Rosada siempre fue restringida para Saiz.
Más sorprendentes fueron los llamados de Néstor y de Cristina Kirchner. Ambos, por las suyas, expusieron sus ansiedades y desencantos por el rechazo de Verani. Saiz no prometió demasiado, salvo que insistiría en convencer al senador.
La presidenta igualmente cerró con una referencia memoriosa: "¿De qué habla Verani? Yo estaba cuando favoreció con (Amanda) Isidori la derogación en el Senado de la ley de Subversión Económica, que quería Duhalde", recordó, aludiendo al polémico retiro de la senadora rionegrina.
Ciertamente, nadie sabe qué hará Verani. Si persistirá en el rechazo o si, de alguna forma, favorecerá la estrategia K.
Por las dudas, Saiz no escatimó gestos en acompañar los deseos kirchneristas, resaltó que el gobierno provincial pedía al senador apoyar al proyecto oficial y, además, incluyó su rol de vocero en el llamado a la marcha del martes. (AV)