NEUQUÉN (AN).- El taller de expresión creativa "Artepidol" funciona desde hace cuatro años en la Escuela de Psicología Social de Neuquén bajo la coordinación de Gustavo Lupano, Romina Machado y Laura Corihuala.
Destinado a los usuarios de los diferentes servicios y clínicas de salud mental, y todos los interesados en participar, el taller es "una acción terapéutica para el espíritu y un instrumento de reconocimiento para cada ser humano", según explica el prospecto. "Se utiliza como válvula de escape, donde se redescubren las personalidades", agrega.
Allí los participantes trabajan con crayones, pinceles, témperas, masa de sal, revistas, globos, mate o música, en un proceso creativo que los moviliza y les permite revalorizar la imaginación. "Es una terapia mucho más efectiva, más humana, más creadora", dijo Lupano.
Entre sus indicaciones, el prospecto indica: "El asistido encuentra en el arte y en su capacidad creadora su condición humana. La creación implica el ejercicio profundo de la libertad y a su vez una modificación de esa realidad que está incidiendo sobre él. La creatividad es hermana de la subvención (el cambio)".