NEUQUÉN (AN).- "Domingodeterciopelo" tiene propiedades curativas: estimula la creatividad, contiene afectivamente, genera sentimientos positivos. Es, sobre todo, un ancla para los pacientes y ex pacientes ambulatorios del servicio de salud mental del hospital regional. Ahí, con el arte como herramienta, y una valiosa participación de un staff permanente de artistas ávidos de comunicarse, "Domingo" les ofrece un espacio para sentirse alguien. Porque como ya lo decía Lacan, uno existe cuando dice y es escuchado.
¿Cuál es la fórmula? La música, la poesía, la pintura, la palabra, el arte como terapia. ¿Sus propiedades? El aplauso, la sonrisa, el afecto, el reconocimiento. ¿El modo de administración? Intensivas dosis de encuentros mensuales, abiertos, que escapan a los convencionalismos: se paga uno o dos pesos la entrada y no hay público ni artistas, sino toda una tribu o "familia galáctica" (como la bautizaron sus organizadores, los psicólogos sociales Hugo Herrera y Gustavo Lupano) dispuesta a celebrar un encuentro autogestionado en honor a la creatividad curativa.
Todo esto se logra generalmente en un microclima cultural del que participa el Frente Creativo Artepidol (formado por los integrantes del taller "Artepidol"), el cantautor Bicho Bolita (Ricardo Sueldo), la banda El Viento Enloquece a la Gente, las palabras de Hugo Herrera en su faceta de narrador, y más artistas regionales que provienen de la plástica, la música, la fotografía, la poesía.
Toda gente decidida a congeniar su arte con una clara postura tendiente a "desmitificar la salud mental", convencidos -como sostienen- de que "el sufriente mental es un estereotipo, una clasificación anormal dentro de una normalidad hipócrita".
Ideado como proyecto terapéutico alternativo desde la psicología social, "Domingodeterciopelo" empezó hace seis años a contramano de los que piensan que el séptimo día de la semana es deprimente y aburrido. "Artepidol" es su gran aliado. Pero ahora terminó de confirmarse como un espacio apto para "socializar la locura", según dijeron Lupano y Herrera tomando las palabras de Alfredo Moffatt, creador de varias experiencias terapéuticas como la Peña Carlos Gardel en el Hospital Borda y el grupo Cooperanza que derivó en la radio La Colifata.
"En cada encuentro los pacientes ambulatorios pueden mostrar su música, sus canciones, su arte. Lo comparten con otros, y a partir de ahí reciben una contención afectiva, el aplauso o la admiración. Eso es importante porque sirve como un estímulo para generar cosas positivas", remarcó Lupano.
"Domingo", además, es una apuesta fuerte a la distribución de tareas y el compromiso de los participantes que los ayuda a tomar conciencia sobre sí mismo. "Cada uno tiene su rol, por ejemplo recibir a la gente o cobrar la entrada. Desde ahí esa persona se resignifica, porque tiene una importancia en ese lugar, una responsabilidad", dijo Herrera.
En Neuquén "Domingodeterciopelo" se festeja en una extensa jornada dominical abierta a todo público en el salón de Sejun una vez al mes. Pero ahora, desde no hace mucho, se hizo itinerante y ya pasó por otras ciudades como General Roca, Cipolletti y Fernández Oro. Sin duda, este proyecto terapéutico se consolidó no solo en lo simbólico, sino también en lo concreto. Trascendió, es potente y, sobre todo, vital para sus protagonistas, permitiéndoles conectarse con la parte más profunda de su psiquis, el lugar donde reside el poder curativo que todos tenemos.