El nuevo sistema aplicado por el INDEC para calcular el índice de precios al consumidor trabaja con una "canasta móvil", sin los suficientes resguardos para mantenerla a salvo de "la decisión discrecional del gobierno de turno".
Así lo evaluó el director del Centro de Estudios Regionales de esta ciudad, Hugo Monasterio, que efectuó una serie de críticas técnicas a la metodología aplicada desde mayo pasado por el organismo nacional.
Explicó que el número de bienes y servicios encuestados para conformar el índice de precios "se redujo de 818 a 440", cuya ponderación variará "según la época del año" e incluso podrán ser reemplazados por otros "si existen indicios de que la gente los está cambiando por productos o servicios más accesibles".
Monasterio afirmó que el concepto de "canasta móvil" (de aplicación usual en otros países) "es en extremo exigente porque requiere conocer al menos semestralmente las decisiones de compra de los consumidores, de lo contrario estará lejos de ser un buen reflejo de la vida cotidiana". Recordó que hasta ahora en la Argentina el relevamiento integral de consumos "se practica cada diez años". (AB)