Pasaron 30 años, pero la FIFA no cede un milímetro: el de Argentina '78 fue "un gran Mundial", y cualquier país del planeta, incluso una dictadura feroz, tiene derecho a ser sede de la Copa del Mundo.
"Da la impresión de que el modo en que los aficionados y los medios recuerdan aquel evento es que fue un gran Mundial", dijo el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en el día del 30º aniversario de la final ganada por los albicelestes 3-1 a Holanda.
La pregunta planteada a Blatter fue si tres décadas después la FIFA lamenta o se arrepiente de algo, y el suizo dejó en claro que la respuesta es un contundente "no". Las circunstancias en que se jugó aquel Mundial fueron muy especiales.
Argentina estaba gobernada por una dictadura militar desde marzo de 1976, y en junio de 1978, cuando 16 países comenzaban a jugar, las denuncias de violaciones a los derechos humanos y miles de desaparecidos arreciaban desde el exterior. Hoy, el balance de aquellos años habla de hasta 30.000 desaparecidos.
La FIFA le había otorgado la sede a Argentina el 6 de julio de 1966 en Londres, apenas ocho días después de que una asonada militar derrocara al presidente Arturo Illia -elegido tres años antes en forma democrática- y pusiera en su lugar al general Juan Carlos Onganía.
Diez años después, el 21 de agosto de 1976, fue asesinado el general Omar Actis, que estaba a cargo de la organización del Mundial. El control pasó a manos del almirante Carlos Lacoste, que llegaría a ser vicepresidente de la FIFA durante algunos de los 24 años que estuvo controlada por Joao Havelange.
Blatter no era responsable de la FIFA en los tiempos del Mundial argentino, pero de cara al futuro no cree que la calidad democrática o institucional de un país deba ser requisito para organizar Mundiales. Tampoco cree en los boicots. "Un boicot nunca aporta nada, particularmente no al deporte. Por el contrario: creemos que el deporte y el fútbol en particular pueden ayudar a promover valores positivos y a unir a la gente más allá de su origen social, su sexo, religión o ideas políticas".
El suizo es contundente: cualquier país puede organizar un Mundial. "En la FIFA creemos que cualquiera de las asociaciones miembro tiene el derecho de participar y postularse para cualquiera de los certámenes que organizamos", insistió Blatter, descartando expresamente cualquier "cláusula democrática". (DPA)