BRUSELAS (AFP) - Los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron ayer en Bruselas dar más tiempo a Irlanda para solucionar la crisis provocada por el "no" de sus ciudadanos al Tratado de Lisboa, aunque República Checa planteó obstáculos para seguir el proceso de ratificación.
Durante el primer día de la cumbre, los 27 aprobaron el ingreso de Eslovaquia a la zona euro en el 2009 y analizaron respuestas al alza de los precios del petróleo y los alimentos. "Es seguro que no vamos a fijar fechas límites, ni para Irlanda ni para ningún otro", declaró el primer ministro esloveno Janez Jansa, cuyo país ejerce la presidencia de la UE, al final del debate sobre la crisis por el rechazo de los irlandeses al nuevo tratado que debe facilitar el funcionamiento de la Europa ampliada.
Si la intención de la mayoría de los países de la UE era reafirmar su voluntad de seguir adelante con el proceso de ratificación en los siete países que aún no lo han hecho, la República Checa impidió un acuerdo . En una clara presión al presidente checo euroescéptico Vaclav Klaus, el presidente francés Nicolas Sarkozy estimó que no habrá más ampliaciones de la UE, incluyendo la prevista a Croacia, si no entra en vigencia el Tratado de Lisboa. "Sin Tratado de Lisboa no hay ampliación", dijo Sarkozy. A esta presión se sumó la de otros líderes como la canciller alemana Angela Merkel y el español José Luis Rodríguez Zapatero.