SANTIAGO DE CHILE (AP) _ La presidenta Michelle Bachelet firmó ayer un acuerdo con su coalición para poner fin al rechazo de sectores del oficialismo a una ley de educación en trámite en el Congreso, en medio de protestas de estudiantes y profesores presentes en las tribunas del hemiciclo, que siguen cuestionando la norma.
La controvertida ley fue aprobada por amplia mayoría en un primer trámite por la Cámara de Diputados el jueves.
La aprobación por 96 votos a favor, 12 en contra y 7 abstenciones de la idea de legislar sobre la materia parece asegurar que la Cámara de Diputados acogerá el proyecto oficial, que también debe ser aprobado por el Senado. Profesores presentes en la sesión reaccionaron con gritos, lanzaron monedas hacia el hemiciclo por lo que el presidente de la Cámara de Diputados ordenó el desalojo de las tribunas. En diversas protestas, hubo más de 200 detenidos.
Tras la amenaza de sectores de la coalición gobernante de cuatro partidos de centroizquierda de rechazar la ley, Bachelet aceptó elaborar una iniciativa complementaria que recoja las demandas de los maestros, estudiantes y de los oficialistas disidentes.
El acuerdo firmado el jueves temprano buscó que los diputados oficialistas apoyaran la nueva ley, con la promesa presidencial de que en los próximos meses se enviará al congreso otra ley complementaria que incluya las demandas de los disidentes.
La ley general de educación fue convenida a fines del año pasado por el gobierno y la oposición de derecha y no pone énfasis en la prioridad por la educación pública ni excluye el lucro. (ver aparte)
El gobierno debió transar para que la oposición de derecha, que aliada con oficialistas disidentes, controla ambas cámaras legislativas, diera sus votos para la aprobación del proyecto, que busca reemplazar la normativa vigente.
El conflicto por el rechazo a la ley general de educación se extiende ya por 35 días y mientras un grupo de los profesores públicos se mantiene en paro, los estudiantes han ocupado decenas de colegios, con los consiguientes desalojos e incidentes con la policía durante protestas callejeras.
El miércoles, unos 10.000 maestros y estudiantes marcharon en Valparaíso, sede del Congreso, y en Santiago hubo casi 300 detenidos. "Queremos regular la educación'' expresó Bachelet durante el acuerdo firmado en el Palacio de Gobierno. La futura normativa permitirá, según la mandataria, "avanzar en un campo específico de la educación pública para que la calidad y la equidad dejen de ser una aspiración y se conviertan en elementos asegurados a través de mecanismos legales correspondientes''.
La presidenta expresó que las nuevas disposiciones serán enviadas en un proyecto de ley en julio o agosto y contemplarán la prioridad del Estado por la enseñanza en liceos y colegios públicos, un financiamiento acorde a los objetivos y la especialización y becas a los docentes.