DUBLÍN (AFP) - Los irlandeses rechazaron por amplia mayoría el Tratado de la Unión Europea (UE) en un referendo que asestó una nueva derrota a Europa y sumió a la institución continental de Bruselas en una profunda crisis. La decisión deja en la nebulosa al documento, que busca darle nueva forma política y agilidad institucional al bloque de 25 países, y es una versión simplificada de la fracasada Constitución Europea , que ha tomado años de duras negociaciones.
Un 53,43% de los electores irlandeses votaron en contra de ratificar el Tratado de Lisboa y 46,6% lo hicieron a favor, según los resultados oficiales del referendo del jueves en Irlanda.
Estos resultados, que fueron recibidos con vivas por los partidarios del "no", representan un serio revés para Bruselas, reconoció el gobierno irlandés, que hizo una enérgica campaña en favor del "sí"
El rechazo de los irlandeses a ratificar el Tratado de la UE fue rotundo: de las 43 circunscripciones en Irlanda, 33 votaron mayoritariamente en contra, según las cifras divulgadas en Dublín, que indican que la tasa de participación fue de 53,13%.
Y ello, pese a que casi todas las formaciones parlamentarias se pronunciaron a favor del "sí", como lo hicieron también los sindicatos, los empresarios y los agricultores, que se han beneficiado de las ayudas europeas. El primer ministro de Irlanda, Brian Cowen, expresó su "decepción" por el rechazo de una mayoría de sus compatriotas al Tratado de la UE, y reconoció que la victoria del "no" constituye "un revés" para Europa. Irlanda era el único país obligado por su constitución a someter el Tratado de Lisboa a las urnas.
Los otros 26 países de la Unión Europea (UE) pueden adoptarlo por ratificación parlamentaria, como ya hicieron 18 de ellos.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, destacó que hasta ahora, sólo Irlanda ha rechazado el tratado. "El proceso de ratificación está conformado por 27 proceso nacionales. Dieciocho Estados miembros ya han aprobado el tratado y la Comisión Europea cree que las restantes ratificaciones deben continuar", indicó Durao Barroso en Bruselas. "El Tratado no está muerto, creo que sigue vivo", subrayó Barroso
La mayoría de los dirigentes europeos adoptaron una posición similar, desde el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel, hasta el primer ministro esloveno Janez Jansa, cuyo país ejerce la presidencia de la UE. "Esperamos que los otros Estados miembros continuarán el proceso de ratificación", señalaron Sarkozy y Merkel.
Sin embargo, la victoria del "no" en Irlanda puede abrir un período de crisis en la UE semejante al que vivió el bloque luego que Francia y Holanda rechazaron en las urnas la Constitución Europea, que quedó en letra muerta.