BRUSELAS (AFP) - Frente al riesgo de un triunfo del "No" en el referendo de hoy en Irlanda sobre el nuevo tratado de la Unión Europea, varios responsables europeos salieron a último momento a apoyar el "Sí", advirtiendo de las consecuencias de un nuevo fracaso para el bloque.
Los líderes de la UE querían mantenerse discretos ante la cercanía del único referéndum organizado sobre el nuevo tratado europeo por temor a generar una dinámica negativa entre los irlandeses, y por ello habían evitado discutir sobre cualquier tema polémico.
Pero los últimos sondeos difundidos en Irlanda dan al "No" una posibilidad real de ganar, por lo que el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker y su homóloga austríaca Ursula Plassnik salieron a defender el "Sí". "Esperamos que el pueblo irlandés vote 'Sí'", declaró Juncker, admitiendo sin embargo que los irlandeses podrían verse tentados por el "No" ante la dificultad para comprender el lenguaje tecnócrata de los dirigentes europeos. La austríaca Ursula Plassnik recordó a los irlandeses que su país había "aprovechado muy bien las posibilidades que ofrece una Europa unida", en alusión al éxito económico de Irlanda tras su ingreso a la Comunidad Europea en 1973 y que le valió el apodo de "Tigre celta". Tras el rechazo expresado por franceses y holandeses a la malograda Constitución Europea en el 2005, varios juzgan que un discurso de ese tipo es peligroso al venir de no irlandeses .
Ayer, los parlamentos de Finlandia, Estonia y Grecia ratificaron el tratado, elevando a 18 el número de países de la UE que ya han cumplido con este paso.