MADRID/LISBOA/VARSOVIA (DPA/AFP) - La tensión y el temor por el desabastecimiento aumentaron ayer en distintos países europeos, afectados por huelgas de camioneros a raíz de los altos precios de los combustibles.
En España, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió actuar con mano dura contra los transportistas en huelga que llevan a cabo acciones ilegales, tales como el corte de carreteras. "Se actuará con la máxima firmeza", anunció el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Pocas horas después se inició de un operativo especial en varias rutas, con incidentes y un saldo provisional de 60 detenidos, según cifras oficiales.
Un enfrentamiento en Sevilla entre policías y manifestantes, en este caso pescadores protestando también por el alza del precio de los derivados del petróleo, se saldó con al menos 13 heridos, la mitad de ellos policías.
Durante la madrugada, un camionero que dormía en la cabina de su vehículo resultó herido por el incendio del mismo y de otros cuatro en la provincia de Alicante, en el este del país. La Guardia Civil sospecha que el fuego pudo ser provocado (ver secuencia fotográfica).
Estos hechos se suman a la muerte el martes de un miembro de un piquete de huelga que fue arrollado por accidente por una furgoneta en la provincia de Granada, en el sur. Ayer, más de un centenar de transportistas manifestaron en Granada en recuerdo de su compañero muerto.
En este clima de tensión, los transportistas de carga en paro volvieron a rechazar las 54 medidas de ayuda ofrecidas por el Ejecutivo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y anunciaron que continuarán en huelga por tiempo indefinido.
Por su parte, el gobierno español dio por finalizada la negociación tras alcanzar un acuerdo con el resto del sector, que representa al 88% de los transportistas, y que no apoyó la huelga.
El temor al desabastecimiento, que desde el lunes ha hecho que muchos ciudadanos hagan acopio de alimentos y gasolina, se va convirtiendo en realidad en España, dado que el suministro a los mercados centrales se ha reducido drásticamente a causa del paro. En muchos comercios, los estantes y los refrigeradores están vacíos y el consumidor ve prácticamente imposible el acceso a pescado, carne, verdura o fruta.
La industria automovilística ha tenido que suspender la producción en algunas plantas por la falta de componentes. Y fábricas de otros sectores están siguiendo el ejemplo.
El Ejecutivo pone todos los medios para garantizar la libertad de todos "y pondrá más", aseguró Zapatero, al referirse al conflicto en el Congreso de los Diputados.
El operativo para despejar las rutas involucró a más de 25.000 agentes, entre policías y guardias civiles. A primera hora de la tarde, todas las carreteras estaban despejadas, a excepción de la A-1 de Madrid.
Medio centenar de camioneros fue detenido hasta el momento en todo el país por alterar el orden o prestar resistencia a la Policía. Desde el Ministerio, además, se siguió ordenando la escolta de camiones cuyos conductores no están en huelga para que los productos puedan llegar a sus destinos. "La huelga es un derecho", enfatizó el ministro Rubalcaba, "lo que no es un derecho es perjudicar la vida de los ciudadanos".
Los camiones volvieron a circular a través de La Junquera, uno de los pasos fronterizos más importantes entre Francia y España por el trasiego de mercancías que registra.
También en Portugal, como consecuencia de otra huelga de camioneros, se comenzó a sentir la carencia de productos frescos en los mercados y se registran largas filas en las gasolineras que aún no han agotado sus reservas.
La falta de combustibles se ha hecho presente con mayor rigor en el centro y sur del país, afectando especialmente el aeropuerto capitalino de Portela do Sacavém, que ya no está en condiciones de reabastecer aviones, excepto vuelos de emergencia.
Lisboa, Coimbra en el centro del país, Évora, Baja, Faro y Portimão en el sur, han sido las ciudades más afectadas por la falta de combustible, por lo que muchas gasolineras ya han suspendido las ventas, mientras que las que aún tienen reserva, están abasteciendo prioritariamente a ambulancias y carros de bomberos. La empresa estatal de transportes de Lisboa, "Carris", anunció hoy que sólo puede asegurar su funcionamiento por una semana, mientras que los transportes fluviales que unen las dos orillas del río Tajo garantizan el servicio hasta el viernes.
En Polonia, miles de conductores de camiones de carga protestaron ayer tanto por los precios de los combustibles como por los peajes. Alrededor de 50.000 transportistas participaron en las protestas.
