NEUQUÉN (AN)- "El de la protesta. Ese es el principal derecho humano a defender en la Argentina", dijo Juan Carlos Capurro, uno de los vicepresidentes de la Federación Internacional de los Derechos Humanos. Estuvo en esta ciudad para observar, en nombre de la organización, el juicio por el caso Fuentealba. Se manifestó conforme por su desarrollo y se mostró optimista que habrá una resolución justa.
Pero advirtió que es necesario encontrar a los responsables que dieron la orden de perseguir y atacar a los docentes cuando ya regresaban de Arroyito. Remarcó que el organismo internacional hará un severo seguimiento de ese proceso.
-¿Cuál es el derecho más violado en Argentina?
-Voy a decir cuál es el primero a ejercer, a defender: el derecho a protestar. ¿Por qué? A veces una sociedad tiene dificultad y un gobernante no puede resolverla en seguida y cuál es nuestro derecho: llamar la atención. No sólo de los gobernantes sino de la sociedad, para que vea que esto también le puede pasar al resto -señaló.
Comentó que defendiendo este derecho, los demás se defienden por añadidura. "Si puedo manifestar, expresar, empieza a desarrollarse un debate, un diálogo para resolver el reclamo".
Sostuvo que abriéndose un debate para un tema, como consecuencia sobrevienen los otros debates. "Es el derecho a decir 'tengo otra opinión' No puede ser que si a un gobierno no le gusta lo que opina la gente, no le permita expresarlo. El gobierno tiene el doble de responsabilidad", señaló.
Capurro presenció la audiencia del viernes del juicio por el crimen de Carlos Fuentealba. Explicó que asistió porque el caso tomó interés por su trascendencia, aún fuera del país.
"Mi impresión es que se está haciendo bien y esperamos que se arribe a un resultado de justicia. Las pruebas son muy sólidas de que Fuentealba fue asesinado, de que la persona que se acusa estaba en el lugar en las circunstancias del hecho. El juicio por el asesinato está contundentemente probado, lo digo sin problema".
Remarcó como aspectos cuestionables del accionar policial el hecho de que los manifestantes fueran perseguidos, cuando indefensos se retiraban ya del lugar del encuentro; la presencia de trafics si identificación; que los efectivos actuaran con los rostros cubiertos.
"Si el asesinato de Fuentealba fue preparado habrá que investigarlo, pero lo que no hay duda es que todo lo anterior sí fue preparado y ya eso -gases, balas de goma-, cualquier funcionario se puede prefigurar que puede morir una persona", analizó Capurro.
Agregó: "es decir que el otro sabe que puede morir una persona y en ese caso la responsabilidad es de quien dio la orden de que, aún sabiendo que podía morir una persona, se siguió adelante. Esa es la responsabilidad que ahora tiene la justicia".
El dirigente dijo que que "acá hay una responsabilidad de Estado y es lo que se tiene que dilucidar para que no vuelva a ocurrir. Hay que determinar las responsabilidades y ejercer las sanciones".
-¿No se corre el riesgo de que pase como el caso Carrasco II, que se diluyó en el tiempo?
-La situación es otra. Hay crímenes que son por omisión -dejamos que se siga bailado a los conscriptos- pero acá estamos analizando un hecho por acción. Acá se preparó algo, se buscó. La sociedad argentina está muy sensibilizada por estas cosas, por Fuentealba y por las muertes en general. En Argentina había Ley de Obediencia Debida, otra de Punto Final y la gente se seguía movilizando. Eso, la movilización, explica por qué hoy está Fuentealba I y Fuentealba II".