SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con un llamado público a "la superación de los conflictos surgidos de los intereses sectoriales", Marcelo Cascón asumió ayer la intendencia de esta ciudad, que ejercerá hasta diciembre de 2011.
Su apelación pareció destinada a diluir las rispideces de la campaña, pero en el colmado cine Arrayanes (que albergó la ceremonia) no había representantes del gobierno saliente.
Cascón se comprometió a construir "un Estado presente" que no estará ajeno -dijo- "a ninguno de los problemas que afectan a la comunidad".
Anticipó también su voluntad de mantener un intercambio "cotidiano" con los barilochenses, convencido de que esa relación "es el fundamento de la legitimidad de la representación popular" que le toca ejercer.
El nuevo intendente resultó electo el pasado domingo 18 mediante los votos acumulados por la Concertación por Bariloche, la UCR y el Partido Provincial Rionegrino.
Ayer prestó juramento ante la presidenta provisoria del Concejo, Silvana Camelli, rodeado de la veintena de funcionarios designados para cubrir las distintas áreas del Ejecutivo y que asumirán formalmente esta semana, una vez que los ediles aprueben el nuevo organigrama.
El acto realizado tuvo masiva presencia de dirigentes y militantes radicales, que vuelven al gobierno luego de seis años. Estuvieron presentes el gobernador Miguel Saiz y su vice, Bautista Mendioroz, junto a varios miembros del gabinete provincial.
Llamativa resultó la ausencia del presidente del Concejo y hasta ayer intendente a cargo, Darío Barriga, quien fue candidato por el Frente para la Victoria y quedó a seis puntos de Cascón.
El nuevo intendente dijo tener "muy en claro" los objetivos de su plan de gobierno y aseguró que cumplirá sus compromisos de campaña "en busca de un nuevo Bariloche, más justo y equitativo para todos".
Reivindicó a la política como una "herramienta de cambio" orientada a "mejorar la calidad de vida" de la gente.
Según Cascón, Bariloche vive hoy un crecimiento demográfico "importante pero desordenado", que reclama un fuerte trabajo de "planeamiento urbano" y la garantía de cumplimiento de las normativas ambientales. Por eso decidió crear una secretaría que reúna esas áreas.
Repasó también otros puntos de su programa como "promoción de la mano de obra local" con una oficina específica en la secretaría de Desarrollo Social y la creación del Consejo de Niñez y Adolescencia.
En relación con la acuciante demanda habitacional, prometió desarrollar una política de tierras que permita asegurar la construcción masiva de viviendas y también "la unificación de los planes y programas vigentes a nivel nacional, provincial y municipal".
En materia de Turismo, Cascón dijo que habrá un acompañamiento definido a la inversión privada "desde la defensa de los intereses de la ciudad" y prometió "todas las gestiones necesarias" para atender las situaciones que amenazan la actividad, entre ellas "las consecuencias de las cenizas volcánicas del volcán Chaitén".
Advirtió no obstante que la promoción de inversiones tendrá sus reglas. "No relegaremos por ello la protección de nuestros recursos y la búsqueda de una ciudad con una mejor distribución, que promueva la contención y promoción para los sectores más vulnerables", advirtió.
El discurso no abordó otros temas de alto impacto en la ciudad como las grandes obras postergadas, el transporte urbano, los problemas de tránsito y el futuro del cerro Catedral.
Cascón dijo que aspira a mantener "una relación productiva y constructiva" con el Concejo Deliberante y evitó criticar a la gestión saliente. Sólo dijo que en adelante el municipio tendrá "un modelo de gobierno que dejará de mirar puertas adentro" para concentrar su trabajo "en la ciudad".
Sostuvo que "éste es el momento de dejar de hablar y de pasar a la acción" y prometió que en la gestión a su cargo los vecinos serán escuchados "y siempre habrá un tiempo para el diálogo y la propuesta".