BUENOS AIRES.- A la misma hora en que se desarrollaba la reunión entre el gobierno y el campo, la presidenta Cristina Fernández, advirtió ayer que no se reprimirán las protestas aunque "los que cortan las calles no son desocupados ni trabajadores". "Igual son argentinos", afirmó la jefa del Estado durante el acto organizado por Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) en el Luna Park que compartió con su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
Frente a un auditorio de empleados estatales que llenó el estadio y acompañada por el vicepresidente Julio Cobos, gran parte de su gabinete, la cúpula de la CGT encabezada por Hugo Moyano, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, la presidenta volvió a hacer alusiones indirectas hacia el sector agropecuario con el mismo tono conciliador de sus últimas presentaciones públicas.
"Más importante que pelear es acordar", afirmó en su mensaje, "vale mucho mas la construcción colectiva y solidaria que el logro individual e insolidario".
En este marco, y luego de ratificar que "continuaremos" en el camino emprendido en el 2003 para lograr "una mejor redistribución del ingreso", la jefa del Estado advirtió que "cuando el crecimiento le llega a unos pocos termina explotando el país".
Al mismo tiempo, reiteró su convocatoria al Acuerdo del Bicentenario para "pensar en un país para todos los argentinos". En una parte del discurso, Cristina Fernández recordó la situación del país en el 2003 "cuando los desocupados cortaban las calles" y "usted", dijo dirigiéndose hacia su esposo "se negó a levantar la mano contra otro argentino".
"Yo vengo a reafirmar su compromiso aunque los que corten las calles hoy no sean desocupados ni trabajadores", enfatizó, "igual son argentinos". El acto en el Luna Park fue convocado para inaugurar el Sanatorio Anchorena adquirido por UPCN, gremio que lidera Andrés Rodríguez.