A los 18, un golcito con rebote incluido. A los 33, gran jugada de Palacio y pelota pegada al palo. A los 37, una exquisitez de afuera del área. Martín Palermo sacó su repertorio en el Jalisco de Guadalajara y esta vez se guardó los de cabeza, para edificar una memorable victoria y meter a Boca en las semifinales de la Copa Libertadores.
En menos de 20 minutos, el "Xeneize" aplastó a Altas, lo derrotó por 3-0 y después manejó el partido sin ningún problema. Fue otra demostración copera y van...
Notable. No cabe otro calificativo para el primer tiempo de Boca, que se fue arriba con el "hat-trick" del "Loco" pero bien pudo haberse ido al descanso con una diferencia mayor.
De movida el encuentro se hizo de ida y vuelta, pero cuando el equipo de Ischia se dio cuenta de las grietas que ofrecía la defensa mexicana comenzó a generar más peligro que su rival.
Jesús Dátolo desniveló por izquierda, JR Riquelme fue el patrón en la mitad de la cancha y Cristian Chávez aportó lo suyo , de paso, liberó al "10". Así y con Sebastián Battaglia transformado en "pulpo" para frenar a los volantes rivales, el campeón empezó a hacer méritos para convertir el primer.
Dispuso de un par de chances, pero recién logró concretar esa supremacía en el arco rival a los 18 cuando Palermo recibió un pase espectacular desde media cancha de Riquelme y con un tiro bajo venció las manos de Jorge Bava.
Diez más tarde, Dátolo, completamente libre por izquierda, enfrentó al arquero rival, pero disparo apenas desviado. A los 30 sufrió en serio por primera vez, pero Pablo Migliore, en dos tiempos, logró despejar el peligro.
Sin embargo, el dominio argentino no tardó en volver. Y todo se simplificó con el segundo. Después de otro brillante pelotazo de Riquelme, Palacio quedó libre, arrastró marcas y le dijo a Martín "tomá y hacelo". El punta, mano a mano con Bava, definió con un derechazo esquinado, inatajable.
Y para redondear una de sus mejores actuaciones con la camiseta azul y oro, a los 37, tras recibir de Chávez, le puso su sello al primer parcial con un verdadero golazo de emboquillada: la picó de zurda por encima del arquero que sólo atinó a mirar como entraba junto al palo opuesto.
Boca controló el encuentro también en el inicio del segundo tiempo, pero el golpe de nocaut no llegó con una conquista, sino por la expulsión de Bava, quien derribó a Palacio afuera del área. Apenas iban 4 minutos, pero en es momento se cerró la historia.
Boca reguló, dejó que corran los minutos y Boca paseó su mística copera por Guadalajara. Sigue en la pelea por otro título continental y ahora espera rival: será San Lorenzo si hoy pasa. Y pensar que muchos lo daban por muerto...