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	Foto: DyN

Un nene de 8 años confesó hoy haber matado junto a su hermano, de 9, a Milagros, la nena de dos años hallada asesinada ayer con un cable alrededor del cuello, en un predio del partido bonaerense de Almirante Brown, informaron fuentes policiales.

Según dijeron los voceros a Télam, el menor de los niños admitió ante su madre y el fiscal del caso, Héctor Toneguzzo, haber participado del asesinato de la nena junto a su hermano de 9 años, por lo que ambos quedaron a disposición del juzgado de Menores de turno.

Las fuentes añadieron que, además de la confesión de uno de los niños, en el marco de la causa hay testigos que vieron a los niños cuando llevaban a Milagros a los golpes al predio donde fue hallado su cadáver desnudo y con un cable alrededor del cuello.

Voceros señalaron a DyN que una de las hipótesis de lo ocurrido es que los nenes jugaban con la pequeña y le ataron un alambre al cuello como si fuera un perrito, hasta que la niña en un movimiento se ahorcó. Trascendió que el menor de 8 años le habría contado a su mamá lo ocurrido, hecho en el que también participó su hermano, y que se había tratado de un juego.

Mirta, la mamá de la víctima, confirmó esta mañana a los medios de prensa que los hermanos -señalados como responsables- estaban demorados a disposición de un fiscal de menores y aclaró que "quedó descartada la hipótesis del abuso sexual" que se había manejado en un principio.

El cadáver de la nena fue encontrado en la tarde de ayer por los vecinos en un predio cercano a un circo, en el barrio San José, y según los testimonios estaba desnudo, presentaba algunos golpes y un cable anudado a su cuello. La víctima había desaparecido poco antes del mediodía de su casa, ubicada a diez cuadras -en la vecina localidad de Rafael Calzada- del sitio en el que fue hallada sin vida.

Fuentes policiales informaron que los padres de la nena, miembros de una familia muy humilde, se presentaron en horas del mediodía de ayer en la comisaría tercera San José para denunciar sobre la desaparición de su hija.

Tras el hallazgo del cadáver, realizado por un grupo de chicos que jugaban al fútbol, los vecinos reaccionaron con violencia y derribaron la pared de una precaria construcción donde había funcionado una sociedad de fomento, en el cruce de las calles Chubut y Rosales. Enseguida marcharon hacia la vivienda del supuesto dueño del predio y comenzaron a arrojar piedras.

La reacción popular motivó la presencia de casi un centenar de policías de la Guardia de Infantería, que primero se ubicaron en el frente del lugar para impedir más agresiones y luego desalojaron la zona por seguridad.

Se trataría de un juego.- Según voceros de la causa, la muerte de la niña se habría producido por ahorcamiento cuando le colocaron el cable alrededor del cuello como si fuera un perrito, hasta que la niña en un movimiento se ahorcó, de acuerdo con la confesión que habrían hecho los propios niños acusados.

Los dos hermanos eran vecinos y amigos de la niña asesinada que vivía con sus padres Mirta y Oscar en una humilde vivienda de la localidad de San José, en Adrogué.

La Justicia deberá determinar ahora qué sucede con los chicos, ya que por su edad son inimputables y no pueden ser juzgados por homicidio.

FUENTE: DyN/Télam