El monóxido de carbono no puede ser detectado ni por el olfato ni por la vista. Por ello:
" Revisar y limpiar, a cargo de un profesional, los artefactos domésticos que utilicen combustibles una vez por año.
" Evitar el uso de hornallas y hornos para calefaccionar ambientes.
" Apagar por las noches los artefactos que sean poco seguros, como pantallas u hornallas.
" Dejar una ventana abierta si se utilizan calentadores o estufas sin salida.
" No utilizar elementos que al consumir gas generen una llama amarilla o naranja.
" No utilizar parrillas de carbón, lámparas o cocinas de campamento en espacios cerrados.
" No dejar vehículos en marcha en espacios cerrados.
" Revisar las condiciones de las salidas al exterior de las ventilaciones.
" Revisar por un gasista los calefactores que puedan ser encendidos con fósforos o hisopos.
" No instalar calefactores, estufas, termotanques, calefones, calderas o demás, en habitaciones sin ventilación.
" Las instalaciones, aunque sean de artefactos nuevos, deben ser realizadas por un profesional.