LA PAZ (AFP) - La nacionalización de tres petroleras y las telecomunicaciones fue una respuesta política del presidente Evo Morales a la decisión de las autoridades de Santa Cruz de realizar el domingo un referendo autonómico que desafía al poder central de La Paz.

Morales, que se opone abiertamente al modelo autonómico propuesto por las autoridades y dirigentes cívicos de Santa Cruz -capital económica de Bolivia-, reivindicó en un discurso en la Plaza de Armas de La Paz ante miles de adherentes la propiedad de los recursos naturales en favor del Estado. El gobernante -que suele quejarse de racismo de las élites de Santa Cruz que le han llamado "ignorante" y "macaco" en sus discursos públicos- reivindicó sus logros en favor del pueblo boliviano, especialmente en el sector de los hidrocarburos.

El mandatario mencionó que antes de la nacionalización del gas natural, en mayo de 2006, Bolivia percibía ingresos por 450 millones de dólares anuales, monto que trepó en 2007 a 1.700 millones y que este año ascenderá a los 2.500 millones de dólares.

Esa riqueza "no es de Evo Morales, no es el gobierno, no es de los prefectos ni de los alcaldes, es de todo el pueblo boliviano", dijo Morales en réplica a la posición de las regiones rebeldes de Santa Cruz y Tarija -que albergan juntas más del 85% de la riqueza petrolera- que reivindican para sí mayores ingresos provenientes de esos recursos. El discurso de unidad de Morales contrastó con el tono regionalista empleado en el cierre de campaña pro-autonomía por los líderes civiles de Santa Cruz, entre ellos el prefecto Rubén Costas, quien señaló que para su departamento "la autonomía es el resumen de nuestros mejores sueños. Es el motor de nuestras esperanzas".