La reacción del arco opositor a la salida de Martín Lousteau fue con críticas al matrimonio en el poder.
Los principales referentes coincidieron a la hora de evaluar que el cambio en el Ministerio de Economía implica más poder para Néstor Kirchner y el debilitamiento de la Presidenta.
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, advirtió que la designación de Carlos Fernández es un "salto a la irracionalidad política y económica" y afirmó que, con esta jugada, la presidenta Cristina Fernández "cada vez se ve más debilitada".
En declaraciones radiales, fue dura en su diagnóstico: "Néstor Kirchner es el que tiene el verdadero poder en la Argentina, que pudo haber utilizado para distender, para resolver, para pacificar o, como finalmente lo usó, para redoblar la apuesta, sostener a (el secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno, aumentar la debilidad de la Presidenta y, finalmente, para enfrentarse con el campo".
En esta línea sostuvo que el discurso del ex presidente en Ezeiza "sirve a más violencia y no a la pacificación", y analizó que más allá del nombre del reemplazante de Martín Lousteau en el Palacio de Hacienda, la designación decidida por Kirchner "es una apuesta a la irracionalidad política y económica".
A juicio de Carrió, "ese discurso y esa designación es una apuesta tremenda a la violencia, a la irracionalidad y a una intervención directa de Néstor Kirchner que ahora pasa a controlar todos los ministerios, sin capacidad ninguna de la propia Presidenta que cada vez se ve más debilitada".
El presidente del bloque ARI Autónomo, Eduardo Macaluse, aseguró que "la economía la va a seguir manejando Moreno intentando corregir la realidad a martillazos, en lugar de hacerse cargo de la complejidad de los problemas"
Por su parte, el titular de la UCR, Gerardo Morales, interpretó que la designación de Fernández "es otra señal de que la economía sigue en manos de Néstor Kirchner y Guillermo Moreno". Respecto al conflicto con el campo, el senador, evaluó: "el Gobierno sigue empecinado en repetir errores, el ex presidente está descontrolado y Cristina sigue perseguida por un golpe de estado que no tiene ningún asidero. Es lamentable".
Consideró que "se ha perdido el rumbo" y reclamó que se reconozca la inflación. "Carlos Fernández nos muestra una mala señal, que el gobierno prioriza la patota para controlar los precios cuando la inflación ya está en un 30%".
Y agregó: "En el radicalismo estamos verdaderamente preocupados y analizando la crisis económica en la que el gobierno está sometiendo al país. Cristina demuestra una gran incapacidad para gestionar. Su marido, el titular del PJ, recurre a la confrontación como único mensaje".