El año pasado, Boca debía pasar a la siguiente ronda, y sólo una goleada ante el Bolívar lo dejaba con vida en la Copa Libertadores. El equipo entonces dirigido por Miguel Russo, en la cancha de Vélez, goleó 7 a 0 al equipo boliviano.
De esa forma pasó a los octavos de final y partir de allí dejó en el camino sucesivamente a Vélez, Cerro Porteño, Cúcuta (Colombia), y venció en la final a Gremio, para adjudicarse en forma brillante el máximo trofeo continental. Hoy Boca tiene la chance de que la historia vuelva a repetirse, al menos en su primera parte.
Los pies y el alma estarán en La Bombonera, pero la atención también se posará en lo que suceda en el Metropolitano de Santiago. Sin embargo el entrenador Carlos Ischia no quiere especular con resultados ajenos. "Boca es un equipo que siempre va a salir a ganar en todas las canchas. Eso lo exigen la historia, los hinchas y sus jugadores. Tenemos que saber que el partido tiene que durar 90 minutos y no pensar que se terminará en los primeros 15", aseveró el DT.