Respecto de la existencia de un mercado negro de armas, no hay datos ciertos de su magnitud y para las autoridades policíacas es un camino muy difícil de rastrear para desarticularlo.
"Muchas veces los delincuentes no necesitan comprar armas en el mercado negro sino que las roban a particulares", comentó Mellado.
En promedio, por las denuncias que se radican en las comisarías, son unas 300 armas las que roban los malvivientes de viviendas. A eso hay que sumarle unas diez pistolas nueve milímetros que son las que le sustraen a la fuerza de seguridad. (AN)