NEUQUÉN (AN).- El 30 por ciento de los hogares de Neuquén capital guarda un arma para combatir la inseguridad, según información que posee la Policía provincial.
Esa estadística se engrosa todos los meses con unos 50 neuquinos que compran una pistola o un revólver para utilizar ante un eventual asalto. Y además de ello, son más de 20 las personas que diariamente consultan precios en armerías locales porque están preocupados por la defensa familiar.
Los robos con armas son cada vez más frecuentes y esto es producto de una mutación que está teniendo la delincuencia que busca ser mucho más efectiva en sus golpes.
Los malvivientes saben que a punta de pistola la gente cede rápidamente, por lo que ahora son varios los delincuentes que andan "cargados".
Los ciudadanos perciben esto, por lo que ahora parecen estar decididos a proteger sus hogares como sea y la policía conoce esta situación.
"El 30 por ciento de la población tienen armas en su casa. Se trata de gente común que se compra un arma para tener en la casa por cualquier eventualidad, principalmente para seguridad personal", aseguró el director de Seguridad de la Policía, Daniel Mellado.
En las armerías las ventas varían y mucho. Mientras algunas tiene una salida de tres armas cada dos días, otras venden una cada 10 días. En definitiva, el promedio de ventas de armas en Neuquén ronda las 50 mensuales, entre cortas y largas.
"Acá estamos vendiendo un arma y media por día", confió Jorge Quinteros, dueño de Patagonia Wild.
El hombre afirmó que el 90 por ciento de los clientes que concurren a consultar se sienten inseguros por lo que quieren comprar un arma. La mayoría de las historias que le cuentan a este comerciante son de temer: Familias que con cuchillo en mano han impedido que ingresen los delincuentes, otras que han estado durante horas trabando la puerta de calle mientras los malvivientes palanqueaban para ingresar, entre otras tantas que terminaron con la misma conclusión: comprar un calibre chico para defender a los suyos.
Según explicaron los vendedores, diariamente pasan entre 15 y 20 personas averiguando por un arma chica y barata.
Por lo general los revólveres calibre 22 ó 32, que rondan los 300 pesos, son los que más atraen a los curiosos clientes, quienes muchas veces desisten de su compra por el largo camino burocrático que deben hacer para inscribirlas.
"La burocracia del trámite de tenencia de un arma es lo que hace desistir a muchos de comprarla. Nosotros estamos de acuerdo con todo lo que se pide al que quiere adquirir un arma pero no con el tiempo que demora el trámite. Puede llegar a pasar entre tres meses y un año para que le entreguemos el arma a una persona", contó Alfredo Macua, encargado de Ferracioli.