NEUQUÉN (AN).- La suspensión del sistema de transporte de pasajeros de la empresa Indalo derivó ayer en la saturación del servicio de taxis de la ciudad. Y en el horario de mayor demanda los coches de alquiler sufrieron una demora de casi 60 minutos. Las peores complicaciones se dieron en los barrios periféricos, adonde muchos choferes se negaron a acudir.
El paro de los choferes de la Unión de Tranviarios Automotores (UTA) coincidió ayer con una de las jornadas en las que es usual que disminuya la cantidad taxis que circulan por la ciudad, debido al barro que quedó tras la lluvia del jueves.
Desde las 7, hubo colapso en la mayoría de los servicios telefónicos de las empresas y según se advirtió desde Radiotaxi Avenida, "hay barrios a los que simplemente no podemos ir porque es tanta la demanda que no podemos perder 20 minutos en ir a buscar un pasajero".
"Tenemos una demanda adicional porque hay mucha gente que está realizando pasajes más largos, porque en lugar de empalmar con algún micro interurbano directamente están viajando en taxi a Cipolletti o Centenario", explicaron desde otra empresa ante una consulta de este diario.
En las paradas del servicio del microcentro las filas de personas que aguardaban un coche llegaron por momentos a contar con más de una veintena de pasajeros, a pesar de que fueron muchos los neuquinos que optaron por compartir el transporte con desconocidos.
No obstante, ayer varios usuarios también denunciaron que "el taxi en el que vine a la mañana no encendió el reloj, y directamente me cobró una suma redonda".