NEUQUÉN (AN).- Trasladarse por la ciudad fue una odisea para miles de usuarios de la empresa Indalo.
En total, la firma vende por día en Neuquén entre 70.000 y 80.000 pasajes. De ese total, hay gente viaja dos veces y otras que los hacen hasta cuatro, según sus obligaciones.
Miles de personas debieron caminar kilómetros hasta sus lugares de trabajo, mientras que otros tantos apelaron a la solidaridad de los automovilistas y les pidieron para llegar a horario.
"Tuve que caminar 40 cuadras hasta mi trabajo porque todos los taxis que crucé iban con pasaje", aseguró Laura, una vecina de Melipal que trabaja en el centro.
"Anoche tuve que volver a mi casa caminando en el medio de la lluvia y hoy me levanté a las cinco y media para llegar a mi trabajo porque vivo en Canal V y trabajo en Sapere", explicó Martín.
Desde las siete las calles troncales de los barrios del oeste de la ciudad se tornaron en virtuales peatonales, donde pudo apreciarse a decenas de vecinos que, ante la falta de taxis, optaron por hacer dedo.
"No me quedó otra porque tampoco puedo pagar quince pesos a un taxi para venir y otros quince pesos para volver a casa", advirtió Ariel, un empleado municipal.
En el microcentro el paro de los colectiveros se evidenció también en una reducción de la cantidad de transeúntes.