NEUQUÉN (AN) - Al igual que hace casi un año Sandra Rodríguez, la viuda de Carlos Fuentealba, leyó una carta ante miles de personas. Junto a su hija clamó por justicia y apuntó a la política, el sector de donde cree debe emerger la decisión para el docente asesinado durante una represión policial,
Pero fue a Sapag a quien le cargó toda la responsabilidad de hacer justicia. "Quiero decirle al actual gobernador, Jorge Sapag, que está en sus manos diferenciarse. Que nos muestre que no quiere gobernar de la misma forma que lo hizo Sobisch, sino entenderemos su complicidad", señaló.
En su discurso hubo dos instancias que se intercalaron por un espacio de diez minutos: la emoción y el reclamo político, que claramente se trasladó de la anterior gestión de gobierno al actual mandatario provincial, Jorge Sapag.
Rodríguez reiteró que la responsabilidad política de la represión en la que murió Fuentealba recae principalmente en el ex gobernador Jorge Sobisch, pero aclaró que desde que asumió, la obligación de generar las instancias para lograr que la investigación prospere más allá de la autoría material es de Sapag.
"Voy a leer para poder decirles absolutamente todo", anticipó. Ante sus palabras, no fue el silencio lo que primó, como hace un año sino que a lo largo de los pocos minutos en los que habló hubo bombos y gritos.
Y tampoco fue la misma Sandra Rodríguez la que habló ayer. Hace un año, el dolor primó en sus palabras. Esta vez, la misma fortaleza que exhibió el 9 de abril de 2007 se multiplicó y se elevó desde el reclamo de una mujer a reivindicaciones políticas. Cuestionó a CTERA por no haber sostenido un paro nacional y exigió justicia al gobernador Sapag y a la Legislatura provincial.
"Me duele que la CTERA no haya impulsado el paro nacional. Exigimos que le siga poniendo garra como lo hizo el año pasado, porque es su deber y su responsabilidad", dijo de la decisión de la CTERA.
Sobisch fue el blanco principal del discurso. "A Sobisch le grito: no nos fusiló, no nos escarmentó. Nos multiplicó", dijo.
Agregó: "Se aseguró una Justicia a su servicio para que le cuidara sus espaldas y durante su gestión atropelló a todos los trabajadores de Neuquén; se robó toda esta rica provincia y ordenó matar y fusilar a mi Carlos, a nuestro Carlos".
