VIEDMA (AV)- Un asalto a mano armada y con siete rehenes conmocionó ayer a esta capital. La imagen del monitor muestra un forcejeo entre dos delincuentes y un joven técnico. Durante varios minutos la tensión llegó a su punto máximo en el interior de la farmacia situada en la esquina de Moreno y San Martín. Las cámaras de seguridad del local captaron toda la secuencia del audaz robo que dos muchachos perpetraron ayer a las 10.40 y que sorprendió por sus particulares características a esta capital.
Después del golpe, los intensos rastrillajes de policías locales, el grupo Bora y la Prefectura, en la zona del río obligaron a suspender una multitudinaria competencia atlética que se llevaba a cabo en el Polideportivo Ángel C. Arias, ante el riesgo de que los hombres armados pudieran hallarse en las inmediaciones. Por la tarde se conoció la detención de un sujeto que tendría relación con el grave asalto.
El botín del atraco incluyó todo el dinero de la recaudación lograda hasta esa hora de la mañana. Además se llevaron celulares, billeteras y relojes de los cuatro empleados y los dos clientes que se encontraban en el comercio.
Hubo un lapso de unos cinco minutos durante el cual pudo haberse generado una tragedia. Fue cuando el técnico de internet que circunstancialmente se encontraba conectando el sistema en la farmacia, se trenzó en una pelea con los dos asaltantes para intentar quitarles el arma que llevaban. "Nosotros veíamos que se movían los estantes y escuchamos que se caían algunos remedios. Fue ahí cuando aprovechamos a salir corriendo y escaparnos por la puerta de emergencia desde donde pedimos a la gente que estaba en la vereda que llamaran a la Policía", relató todavía presa de los nervios, Gretel, una de las empleadas del lugar.
Luego de forcejear con el técnico y darse cuenta de que el resto de las personas habían huido y pedirían ayuda, los delincuentes corrieron hacia la puerta y huyeron aparentemente en una moto y una bicicleta que también habrían robado.
"Cuando entraron había una señora comprando un jarabe para la tos y un chico que se había pesado y que iba saliendo. Antes de llegar a la escalera se encontró con los dos ladrones que entran y le piden que levante las manos y lo traen para el mostrador", contó Gretel acerca del inicio de esta pesadilla.
Ya ahí, uno de los delincuentes pasa hacia atrás con los empleados, el técnico y la cliente, mientras que el restante se quedó tirado en el piso, al tiempo que el otro ladrón hurgaba en la caja registradora y sacaba todo el dinero. Luego revolvió los psicotrópicos y tomó algunas cajas y posteriormente fue junto a su compañero para terminar de quitarles las pertenencias a las víctimas.
Fue en ese instante cuando el técnico habría intentado quitarles el revólver, lo que inició un forcejeo que duró varios minutos. Desde las 10.40 hasta casi las 11, los cuatro empleados, los dos clientes y el técnico vivieron momentos de gran nerviosismo. La pesadilla terminó para ellos cuando los malvivientes se vieron en problemas y optaron por huir con lo que tenían, a través de la puerta principal.
Los sujetos actuaron con la cara tapada con sus propios buzos aunque en las imágenes que se observan en las cámaras de seguridad, que filmaron todo lo acontecido, se alcanzan a ver sus rasgos con relativa nitidez.
Ayer había diferentes versiones acerca de la huida de los delincuentes. Algunos de los empleados tenían la idea de que se habían ido en moto con un rehén y otros hablaban de que usaron una bicicleta de uno de los clientes que luego se recuperó. El operativo se concentró después en la costa del río.