Sonia Santoro es periodista y licenciada en Comunicación, fundadora y directora de la Asociación Civil Artemisa Comunicación y, durante su participación en la jornada, describió la manera en que los medios tratan periodísticamente la violencia de género y a sus víctimas en particular.

En primer término registró que "se hace mención a las víctimas, a veces con una familiaridad excesiva e impropia del lenguaje periodístico (por ejemplo: "Norita"), cuando en realidad hay que hacerlo por nombre y apellido".

En muchos casos, en este tipo de noticias no falta el humor o el doble sentido, juegos de palabras que lindan con la grosería y que Santoro no sólo consideró de mal gusto sino denigrante hacia las mujeres violentadas.

También las crónicas presentan "motivos inexactos a la hora de tratar de buscar explicaciones y justificaciones a un crimen cometido por un hombre contra una mujer y el típico motivo inexacto que los medios reproducen es el 'ataque de celos', como si las agresiones y crímenes fueran consecuencia de un arrebato o un ataque repentino" explicó.

Por eso debería abandonarse la alusión casi cotidiana a crímenes pasionales. "El adjetivo pasional debería dedicarse a sentimientos distintos a los criminales o deseos patológicos enfermizos" porque de lo contrario "el crimen pasional parece que lo explica todo".

Por último, y para terminar, contó un dato que calificó de esperanzador, una muestra del intento de abordar la violencia de género desde una perspectiva más integral.

"El año pasado, en España, las televisiones privadas se comprometieron con el Estado en cuatro puntos: a incluir el teléfono de denuncia de las víctimas, a informar sobre las agresiones dando contexto a las noticias, a insistir en que la violencia de género es un problema social y estructural y a formar una comisión de personas expertas en la materia".

Hay que ver los resultados, pero es una buena idea a imitar.