BUENOS AIRES (ABA/DyN).- La intransigencia domina la relación entre el campo y el gobierno nacional. Las órdenes bajadas por dirigentes de las 4 entidades agropecuarias, así como por los principales funcionarios que responden a Cristina Fernández de Kirchner, tenían una premisa central: mantener la intransigencia.
Del lado de los productores, sosteniendo a rajatabla el paro y los piquetes aún hostigando a los paseantes de Semana Santa; del lado oficial, defendiendo a capa y espada el aumento a las retenciones a las exportaciones anunciado el pasado 11 de marzo.
Sin embargo, "Río Negro" pudo determinar que hay líneas abiertas de diálogo entre autoridades agrarias, el jefe de gabinete, Alberto Fernández y el ministro, Martín Lousteau, destinadas a definir "medidas complementarias que atenúen el impacto económico en los pequeños productores".
Fuentes oficiales, poco propensas a realizar autocríticas, reconocieron que "lo que hizo mal el gobierno de Kirchner, fue meter a todos en la misma bolsa. No son lo mismo los sembradores de soja, que los tamberos o los criadores de ganado". En consecuencia, los esfuerzos de la Rosada de este fin de semana se verán dirigidos a incentivar la producción lechera y ganadera, a través de compensaciones y créditos.
¿Será Cristina más permeable que Néstor ante los firmes y atrevidos reclamos de los asambleístas de CRA, Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro? "Ella escucha y si hay correcciones que hacer, las hará", aseguró a este diario un vocero fidedigno que tiene su despacho muy cerca de la Presidente. En esta ocasión, desde Economía subrayaron que si bien no habrá marcha atrás con las retenciones, se contemplarán los intereses de los sectores menos concentrados. Ante los productores de soja, específicamente, se insistirá con que la movilidad de las disposiciones prevé menores tasas impositivas si el precio internacional del producto (que prácticamente no se consume en la Argentina) se cae.
Los discursos de la víspera siguieron en tono beligerante. Sin embargo, un vocero de CRA reveló que también hay un gobernador intentando acercar a las partes, sin dañar la representatividad de los dirigentes agropecuarios ni menoscabar la autoridad presidencial.
Por su parte, los productores del campo volvieron ayer a protestar en las rutas, luego de que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Lousteau, ratificaran la aplicación del esquema de retenciones móviles a la soja, el girasol, el maíz y el trigo, que fue precisamente el que diera lugar al inicio del paro rural.
Si bien los ruralistas decidieron extender el lock out comercial durante la semana próxima, sugiriendo la interrupción de concentraciones, las bases ayer volvieron a desbordar a los gremialistas y protestaban a la vera de numerosas rutas bonaerenses, santafesinas y entrerrianas.
Los ruralistas cortaron desde la mañana el tránsito en el cruce de dos rutas cerca de la ciudad bonaerense de Colón, mientas otros interrumpían el tránsito a la altura de Trenque Lauquen. Los chacareros bonaerenses, nucleados en CARBAP, también cortaron rutas próximas a la ciudad de Pergamino, en tanto que otros realizaron protestas en la ruta 188, cerca del acceso a la provincia de Santa Fe, provocando demoras en el tránsito, dijeron voceros policiales y agregaron que el escenario de protestas se repetía en rutas cercanas a las ciudades de Lobos, Bragado, Chivilcoy, 9 de Julio y Vieytes. Sobre la ruta 2, a la altura del kilómetro 300, los chacareros distribuyeron folletos a los conductores y algo similar ocurrió en el departamento cordobés de Marcos Juárez, sobre la ruta 9. Entre los rechazos más encendidos del día, hacia las medidas oficiales, las palmas se las llevó el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, quien criticó a Lousteau y afirmó que (el ministro) "no ha salido de la (avenida) General Paz nunca".