El gobierno denunció ayer la investigación "empastada y defectuosa"que se sustanció durante 16 años por el ataque a la embajada de Israel y renovó su compromiso para "llegar a la verdad", mientras familiares de las víctimas apelaron a la "sensibilidad de mujer" de la presidenta Cristina Fernández para "romper el muro de silencio" que rige en el caso.
En tanto, en nombre de Israel, el ministro de Seguridad Interior de ese país, Avi Dichter, insistió en responsabilizar al Hizbollah por el ataque y aseguró que sólo se puede explicar el ataque con la existencia de "un Estado dirigido por líderes desquiciados como Irán". (Ver recuadro)
El acto sirvió además para que se cruzaran nuevamente el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien fue aplaudido solitariamente por una mujer en el frente del vallado cada vez que lo nombraban y fue silbado por un grupo de jóvenes de una agrupación judía cuando tuvo que hacer su discurso.
Al enfrentar el micrófono, Macri explicó que su presencia buscaba mostrar la "solidaridad con los familiares" y la "amistad con Israel" y destacó: "Busquemos y encontremos la verdad; es el camino que nos encontrará en paz".
En el lugar donde el 17 de marzo de 1992 funcionaba la sede de la embajada, cientos de personas volvieron a concretarse ayer para conmemorar lo ocurrido ese día, cuando una camioneta bomba estalló frente a la sede de Arroyo y Suipacha y mató oficialmente a 22 personas, aunque se cree que los fallecidos llegaron a 29.
Tras el sonido de la shofar a las 14:53, hora en la que explotó la bomba, y la lectura de la lista de fallecidos, comenzó la ofrenda floral por parte de los funcionarios que asistieron: Macri dejó un ramo con un sobreviviente; luego lo hicieron el ministro Fernández y el vicepresidente Julio Cobos con otro sobreviviente; más tarde el embajador israelí, Rafael Eldad, y Dichter, y por último familiares de las víctimas y dirigentes de las agrupaciones judías locales.
El primer orador fue Carlos Susevich, padre de Graciela, una de las empleadas de la embajada, que hizo hincapié en los "16 años de injusticia, impunidad y manejo turbio" vividos y afirmó que "esta causa ya tendría que haber sido resuelta con los autores y encubridores en la cárcel".
"La presidenta Cristina Fernández formó parte de la comisión bicameral de seguimiento de los atentados. Ese acercamiento debería ser un punto de partida. Apelamos a su sensibilidad de mujer y de madre para romper con el muro de silencio", añadió.
A su turno, el ministro Fernández ratificó la voluntad del gobierno de esclarecer este atentado, porque "la bomba aún resuena y la búsqueda de verdad no cesa". (DyN)
