Todos esperaban ayer que el gobernador Peralta hiciera el anuncio prometido: qué haría con los fondos que piensa repatriar del exterior. Es decir, ya "blanqueada" la revelación de que más de 390 millones de dólares no estaban en el país sino en Suiza (desnudando la mentira del ex presidente Kirchner cuando dijo que "todo" ya estaba repatriado"), Peralta se disponía a especificar sus planes. ¿En qué los usaría? Inversión en materia energética o infraestructura, deslizaron desde el gobierno. Pero fuentes menos interesadas señalaban que con los fondos se pretende cubrir serios déficit de caja en el Estado.
¿Por qué no se hizo el mentado anuncio? Hasta anoche, una incógnita. Sí se sabe que Peralta estaba en Calafate. Y a Calafate se dirigió la presidenta Cristina ayer. Últimamente estaban deterioradas las relaciones entre Peralta (siempre fiel kirchnerista) y los Kirchner. "Razones de negocios", es el rumor santacruceño. Probablemente el "bombazo" lanzado por el gobernador, y que dejó en falsa escuadra al ex presidente, haya urgido a los K a actuar para alcanzar cierto "statu quo".