Extrovertidos. Verborrágicos. Amantes de las cámaras y de los noteros ocurrentes. Pedro Troglio y Ramón Díaz, en parte, se parecen mucho. Ambos suelen disfrutar de los periodistas que les dejan picando el remate para la frase que será el título de la nota.
Pero no son los que corren, sus tiempos más felices. Uno, Troglio, puesto bajo la rigurosa lupa, después de dejar escapar el torneo Apertura del 2007, y directamente cuestionado a partir del decepcionante arranque en el actual campeonato. Y el otro, Díaz, desconcertado y nervioso a partir del mal juego de su equipo, San Lorenzo, y los pobres resultados. Los medios parecen no causarles ya demasiada gracia a ninguno de los dos.
"Es para ustedes, hijos de mil p... para los periodistas. Me van a tener que matar para sacarme. Estoy vivo, eh!". La reacción violenta de Ramón Díaz, apenas terminó el juego en que San Lorenzo dio vuelta el partido que perdía 2-0 y ganó 3-2 en la altísima Potosí, por Copa Libertadores, es el mejor termómetro de los febriles días en que vive el entrenador "azulgrana". Pero no fue lo único.
Ayer, ya en Buenos Aires, Díaz eligió el elogio a sí mismo como arma: "Ya que ustedes no lo dice, lo digo yo: el entrenador fue muy grande con algunos cambios ante Potosí", disparó el DT.
"Yo no tuve una semana difícil. Ustedes la armaron difícil", le respondió Pedro Troglio a los cronistas que cubrieron la práctica de ayer de Independiente. La semana había empezado para Troglio y su plantel con una bandera hiriente: "Con + huevo se ganaba", decía en referencia al empate con Boca (1-1) del domingo. El entrenador fue cuestionado hasta por Ricardo Bochini, que no es precisamente un tipo mediático.
Después de días difíciles, el "Diablo" fue a buscar refugio en el "Santo": "No me gusta la campaña que le están haciendo (a Troglio)", protestó Ramón y Troglio le agradeció. Hoy, cuando Independiente reciba a Gimnasia LP y San Lorenzo, al líder Vélez, se cerrará una semana en que dos entrenadores estuvieron al borde de un ataque de nervios.