| La noticia del atentado, todavía confusa, se extendía a toda velocidad por el "corralito" -el lugar reservado a la prensa en los actos políticos- en un mitin electoral de José Luis Rodríguez Zapatero con mujeres en Málaga. Y se helaba el ambiente. Precisamente, la noticia del atentado se producía cuando estaba a punto de terminar su discurso el jefe del Ejecutivo. Los periodistas abandonaron presurosos el "corralito" en busca de la reacción del presidente, que, apenas terminado su discurso, era informado de lo sucedido por Chaves, quien subía al escenario y agarraba de un brazo a Zapatero mientras éste, ajeno a lo sucedido, recibía muestras de afecto de sus seguidores. Discretamente, Chaves se lo decía al oído. Y el gesto del presidente cambiaba por completo. Respondió rápidamente sacudiendo la mano a algunos saludos y se le oyó decir al líder andaluz: "Vámonos". (El País) | |