CIPOLLETTI (AC).- Los dos detenidos por el crimen del comerciante Martín López fueron reconocidos ayer en rueda de personas por los testigos presenciales del hecho. Esta prueba se suma a los elementos secuestrados en el domicilio donde fueron aprehendidos, entre ellos, un carnet de identificación de la víctima. La policía asegura que "está identificado" el tercer joven que actuó en el asalto.
El asesinato renovó en Cipolletti los reclamos por mayor seguridad. El municipio emitió un duro comunicado exigiendo respuestas y anunciando que va a contratar "a especialistas nacionales e internacionales para elaborar un Plan Operativo de Seguridad". Esto, pese a que la Jefatura de Policía y el Ministerio de Gobierno reiteraron la intención de crear una subcomisaría en la zona norte y sumar efectivos (ver aparte).
Ayer se conocieron más detalles de lo ocurrido en "La casa del polietileno", el negocio que era propiedad de la familia López. Tras la confusión de las primeras horas, aparecieron datos algo más claros, aunque aún quedan varios puntos por dilucidar, por ejemplo, cómo resultó herido con un arma blanca el sujeto que escapó.
El asalto ocurrió a las 20.45 del miércoles en el comercio ubicado en La Esmeralda casi Paraguay del barrio Don Bosco. Por allegados a la víctima se supo que los delincuentes habían aparecido esa tarde en el local pidiendo un presupuesto para adquirir algunos artículos, pero no compraron nada y se retiraron.
Cuando regresaron casi a la hora del cierre aparentaron ser compradores y pidieron algunas facilidades de pago. En el local estaba el hermano menor de la víctima, Manuel (45), y Víctor Velázquez (50), un profesor de física, amigo de la familia, que también atendía al público.
Velázquez recibió la inquietud y cuando fue a consultarle a Manuel por las condiciones de pago que proponían los supuestos clientes, los encañonaron.
Los autores eran tres: dos hombres y una mujer, jóvenes. "Los hicieron tirar al piso y con las manos a la espalda", contó un familiar. A Velázquez le sacaron el celular porque le dijeron que "no lo iba a necesitar".
Mientras los hombres reducían a los comerciantes y la mujer revisaba la caja, López, que vivía en la parte posterior del negocio, ingresó al local desde su casa y se topó con la tensa escena: su hermano y su amigo en el piso, encañonados. "Los enfrentó", dijo el familiar. Pero las pericias demostraron que no tuvo tiempo a nada. Uno de los asaltantes le disparó dos veces en el pecho con un revólver calibre 38, causándole la muerte en forma inmediata.
En las primeras horas se decía que la mujer, identificada como María Parada, de 22 años, había jalado el gatillo, pero la prueba de dermonitrotest le dio negativa. No así a su compañero Walter Esquivel, de 24 años. Este indicio de todos modos no da la certeza de que fue quien disparó. "Pudo haber manipulado el arma para disparar o para ocultarla", decían. No descartaban incluso que el tercero haya sido el autor.
Ante el desenlace inesperado, los tres delincuentes huyeron por calle Paraguay llevando apenas unos pocos billetes de bajo valor, unas monedas y un carnet de la víctima. Se apoderaron de muy poco dinero. "Manotearon cualquier cosa", graficó uno de los investigadores. Varios testigos los habrían visto correr hacia el inquilinato donde poco después atraparon a uno de los hombres y a la mujer.
La propiedad donde se concretaron las detenciones está a dos cuadras del lugar del crimen, en Paraguay casi Don Bosco. Allí la policía encontró varios elementos relacionados con el hecho: billetes, monedas varias, la tarjeta de identificación de López y un cuchillo manchado con sangre.
En ese inquilinato vivía la mujer detenida, que habría alcanzado a bañarse y a cambiar de ropa antes de que llegara la policía. Esquivel era oriundo de Mendoza pero residía en Circunvalación y Bolivia de Cipolletti. Allí también se hizo un allanamiento en la madrugada con la presencia de la jueza María del Carmen García García.
Los datos recolectados llevaron a los investigadores poco después a una tercera propiedad, en el barrio Puente 83, donde viviría el tercer involucrado que está prófugo, de apellido Contreras, de entre 20 y 25 años. Allí encontraron un pantalón y una remera manchados con sangre, pero no el arma homicida, la prueba más importante que falta anexar a la causa.
Durante la mañana siguieron realizando rastrillajes, mientras en Roca se realizaba la autopsia al cuerpo de Martín López y en el edificio de Tribunales se concretaba una rueda de personas.
Algunas mujeres con el cabello recogido en forma de rodete esperaban para participar de esta prueba junto a la sospechosa, además de tres hombres jóvenes. "El reconocimiento fue positivo. Los testigos señalaron a los dos detenidos", se informó desde el juzgado 21. Hoy al mediodía los dos imputados serán indagados por la jueza.