TEL AVIV/GAZA (DPA/ AFP) - Un palestino armado atacó anoche la biblioteca de la escuela rabínica de Merkaz Harav en Jerusalén, dejando al menos nueve muertos, según informó la policía. Este atentado es el primero que se registra en Jerusalén desde el 2004, cuando un atacante suicida mató a 8 personas a un autobús.
Uno de los atacantes, aparentemente vestido con ropa de judíos ortodoxos y munido de cinturones cargados con explosivos, logró entrar en el salón de lectura del seminario donde disparó a mansalva su fusil Kalashnikov contra 80 estudiantes religiosos, mató a ocho personas y luego fue abatido. Unos 10 estudiantes resultaron heridos en el ataque, tres de ellos de gravedad.
Testigos aseguraron que el hombre disparó en todas direcciones durante diez minutos en la biblioteca de la institución, donde se encontraban decenas de estu
diantes. Un oficial del Ejército israelí que vive cerca escuchó los disparos, corrió hacia el lugar y mató al atacante.
El portavoz policial de Jerusalén, Aharon Franco, señaló que se trató sólo de un atacante. En el momento del hecho, unos cientos de jóvenes estudiantes ortodoxos de entre 16 y 30 años se encontraban en la escuela. Una unidad especial israelí tomó luego por asalto el lugar tras el atentado. Medios israelíes indicaron que más de 50 ambulancias arribaron al lugar.
En el sitio permanecieron muchos alumnos -decenas de ellos en estado de shock- y la muchedumbre coreaba "maten a los árabes". Los servicios de seguridad israelíes presumen que uno de los atacantes logró escapar e iniciaron una intensa búsqueda en el barrio de Kiryat Moshe, donde está ubicada la escuela.
El ataque fue reivindicado por la Brigadas de la Libertad de Galilea, un grupo poco conocido vinculado con la milicia islámica libanesa Hizbollah.
En Gaza la noticia fue recibida con alegría, mientras que militantes palestinos, principalmente de la organización radical Hamas, disparaban tiros al aire y sonaban sus bocinas para celebrar la acción. El portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri, dijo que el ataque fue una "operación selectiva, que se produjo en reacción a los crímenes de ocupación israelí y las masacres cometidas contra civiles en la Franja de Gaza".
Este fue el primero ocurrido en Jerusalén en años, donde las autoridades aseguran haber frustrado una decena de intentos de atentado. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, condenó el atentado. "Condenamos todos los atentados dirigidos contra civiles, sean palestinos o israelíes", añadió.