CIPOLLETTI (AC).- Julia Pilquimán reconoció sin dudarlo la llave que está secuestrada. Dijo que no es ninguna de las dos copias que Ana Zerdán guardaba en una latita en la cocina, sino la original, la que usaba siempre. Esa llave es la que entregó Juan Manuel Aguirre a la policía el día del hallazgo y la que lo llevó tras las rejas como prueba principal en su contra.
Pero con el relato de la empleada doméstica quedó una duda. La mujer comentó que las dos copias aparecieron en la casa tras un robo de la llave principal, un hecho que ocurrió "unos dos o tres años antes" del homicidio.
Dijo que Zerdán solía dejar entrar a unos chicos a quienes les daba el desayuno o el almuerzo y que un día le sacaron la llave del auto.
Ella hizo la copia, pero al día siguiente se la devolvieron. Desde entonces había dos copias en una latita con patitos que estaba en una repisa en la cocina.
¿Cómo hizo Zerdán la copia? ¿Tenía el duplicado guardado en otro lugar e hizo un juego más y guardó las dos copias juntas o hizo dos copias nuevas?
"Eran diferentes"
Según Pilquimán las copias que estaban en la latita eran diferentes a la original, que ayer reconoció en forma contundente. "La original tenía una muesca y las otras un agujerito", aseguró. Dijo que las copias siempre estaban en la latita azul porque "la doctora siguió usando la de siempre, la original". Una semana después del crimen no vio más esos duplicados en la lata.
Sí vio, también una semana después aproximadamente, una llave sobre un mueble en la habitación de la planta baja, donde solía estar Juan Manuel.
En la causa se pudieron secuestrar dos juegos: un original y una copia, nada más. La otra copia que según Pilquimán estaba en la latita nunca apareció.