La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, expresó ayer preocupación por la situación política en Bolivia e instó a que se restablezca el diálogo además del clima de convivencia entre el gobierno y la oposición. "La democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales, la resolución de las diferencias a través del diálogo y la búsqueda de consensos. Las instituciones y actores políticos bolivianos deben seguir ese camino y dejar a un lado la confrontación", agregó.
En este marco de tensión, el presidente Evo Morales, canceló sus viajes a Noruega y Francia, informó el vocero de gobierno, Alex Contreras. Morales debía visitar Oslo entre el 2 y 4 de marzo y el miércoles 5 trasladarse a París.
Las dos consultas populares convocadas por Morales darían paso a una nueva Constitución impulsada por su Gobierno y resistida por seis de los nueve departamentos de Bolivia. Dos de ellos Santa Cruz y Beni convocaron unilateralmente a referendos regionales para dotarse de gobiernos autónomos.
"Lamentablemente se ha levantado la banderita a cuadros para desatar la carrera de enfrentamientos y creo que lo más responsable y serio es no acompañar ese desatamiento de los demonios de la confrontación, sino recurrir a cualquier posibilidad que pueda frenar días de luto para el país", afirmó el ex vicepresidente indígena víctor Hugo Cárdenas. Cárdenas fue vicepresidente del liberal Gonzalo Sánchez de Lozada expulsado del país por una revuelta popular. El analista político Fernando Mayorga precisó que el MAS de Evo Morales ha dado un paso más en la decisión que tomó en diciembre de cerrar el proceso constituyente y resolver el conflicto en las urnas. "Esto no hará más que exacerbar las contradicciones nacionales. Ahora lo que se viene es una disputa territorial", dijo a "El Deber" de Santa Cruz. (DPA/AFP)