La antropóloga escocesa Caroline Wilkinson reconstruyó digitalmente el rostro del compositor alemán Johann Sebastian Bach, a pedido de la Casa Museo del músico, con sede en Eisenach (centro de Alemania), y gracias a técnicas forenses y digitales.
Los resultados de su investigación, que serán presentados el lunes en Berlín, conjugan los datos obtenidos de retratos, mediciones de su cráneo y de la máscara mortuoria del músico.
La técnica forense permitió conocer el rostro del compositor como uno de facciones amplias y maduras, de frente despejada, incipientes entradas en su cabello y labios carnosos.
No es la primera vez que Wilkinson trabaja con estas técnicas. Antes, con las mismas técnicas de reconstrucción facial, descubrió cómo eran San Nicolás y el faraón Tutankamon. Para saber cómo era Bach, reconstruyó en primer lugar el cráneo y, a través de un programa informático, agregó músculos, cartílagos, piel y pelo hasta dar con el resultado final.
En los retratos que se conservan de Bach, unas veces sus ojos aparecen azules y en otras, marrones, mientras que el cabello está inspirado en la moda de la época. (Agencias)