En los primeros meses de 1993, los fondos finalmente llegan a manos del gobernador Néstor Kirchner. Intentando mostrar que los mismos se iban a manejar con total transparencia, creó, a falta de uno, dos organismos de control para hacer el seguimiento de tan importante suma de dinero "que es de todos los santacruceños", afirmaba en su discurso el 15 de abril de ese año.
Por sendos decretos del Poder Ejecutivo provincial se creó el "Consejo asesor para el estudio de la asignación de los recursos que ingresen en virtud de las regalías petroleras mal liquidadas" y la "Unidad administrativa de los recursos financieros del Estado provincial". Ambos organismos estaban conformados por representante del Ejecutivo, por diputados de los bloques de las cámaras en forma proporcional y por referentes del Banco de Santa Cruz. Con este esquema, Kirchner se garantizaba mayoría plena en los dos organismos de control.
Es así que el funcionamiento desde sus primeros días de trabajo fue tan sólo formal.
Ninguno de estos dos organismos manejó información de las cuentas que existían en el exterior a partir de junio de 1993 y, menos aún, tuvieron voz y voto para definir la aplicación de esos fondos a las necesidades de la provincia.
Recién en el 2005 dieron a conocer un comunicado avalando los argumentos dados por el Ejecutivo provincial sobre el manejo del dinero que todavía están en el exterior. Desde ese momento a la fecha no ha tenido participación en nada, ni siquiera avalando la creación del nuevo fideicomiso para que el manejo del dinero quede fuera de la órbita del gobierno provincial santacruceño y vuelva al control del matrimonio Kirchner a través del Grupo Eskenazi, dueño del Banco Santa Cruz y amigo de la familia presidencial.