SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Los científicos del Instituto de Biología Marina y Pesquera ratificaron que los análisis realizados dieron nuevamente resultados que indican que la ría local no es apta para el uso recreativo. Los concejales de la oposición Gustavo Urcera y Jorge López, presentaron ante la difusión de esos nuevos datos, un pedido de informes al Ejecutivo y al organismo de investigación para conocer los detalles de esos estudios.
Los resultados permiten confirmar una situación que hace tiempo que es conocida en la ciudad. Las investigaciones echan luz sobre un problema añejo, que desde el 2004 ha sido estudiado por los biólogos quienes han informado ampliamente sobre la lo que ocurre en lo que los sanantonienses llaman la "marea", ese brazo de mar que baña los bordes de la ciudad y que la rodea por el norte, el sur y el este.
La clave del tema está en la carencia de cloacas en un pueblo que tiene más de 100 años de vida y cuyas napas subterráneas se conectan con la ría. Por eso, todo lo que filtra desde los pozos ciegos ha ido drenando directamente hacia el brazo de mar, cargándolo de bacterias coliformes y otros posibles transmisores de enfermedades.
Ya en septiembre de 2003 "Río Negro" informó que la "marea" no es la misma que unas décadas atrás. "Su aspecto cambió sensiblemente en los últimos años. El verde de las algas cubre la costa del canal central, a lo largo de los cerca de 5 kilómetros que distan entre el barrio Magisterio y el Club Náutico", decía la nota.
Este medio a través de distintas entrevistas, pudo confirmar que la invasión de tantas algas tiene relación con el proceso de eutroficación que se produce por el vertido de detritos cloacales. "No es verde de vida. Es la reacción de la naturaleza ante el ataque del hombre, frente a su desidia y su completo desinterés por el cuidado del medio ambiente", afirmaba aquella nota.
El ex intendente Adrián Casadei, quien por entonces estaba finalizando su primer período de gestión, anunció que seguiría la obra de cloacas. Sin embargo, la obra se retrasó tanto que recién en estos meses está abarcando un tercio de la ciudad, transcurridos ya cuatro años y medio.
"Los niveles de contaminación pueden medirse directamente a través de la presencia de bacterias coliformes o indirectamente por la aparición de algas oportunistas", informó Maite Narvarte, del Instituto de Biología Marina y Pesquera "Almirante Storni". La misma que desde 2004 hasta la actualidad realizó informes que no han sido tenidos en cuenta por las autoridades para asumir alguna medida.
Además de las algas, también creció la avifauna, especialmente la que integran las aves carroñeras como los petreles o jotes. También se dijo entonces que estudios del Instituto realizados junto al Municipio entre 1989 y 1990, determinaron que en bajamar la presencia de coliformes alcanza las 4500 NMP/100 mililitros de agua. En Estados Unidos, donde existe legislación específica, el límite máximo para habilitar balnearios de uso recreativo es de 200 NMP cada 100 ml. Hoy esos números de coliformes en la ría han aumentado exponencialmente.
En tanto, un estudio elaborado por el jefe de Laboratorio del Hospital "Aníbal Serra", Carlos Torres a mediados de los 90 determinó la existencia de coliformes en pulpitos de la marea. Y en un verano, durante la gestión de Wálter Zonco se debió clausurar el balneario porque se habían producido unos 100 casos de hepatitis.
Ahora dos ediles se interesan de la problemática de que la "marea" de San Antonio no es apta para el uso recreativo. Las autoridades lo saben, por eso habrá que evaluar quién toma el tema con seriedad y concreta las medidas para evitar problemas con los vecinos y turistas.