CIPOLLETTI (AC).- En la sentencia los camaristas transcribieron lo sustancial de la confesión del imputado, quien reconoció ser autor de los hechos por los que llegó a juicio, con la salvedad que negó el empleo de arma de fuego.
El hombre pidió "tratamiento" y lo mismo hizo su defensora Verónica Rodríguez en el alegato, teniendo en cuenta la condena anterior que cumplió el imputado por un hecho similar. "Los 14 años anteriores no sirvieron para nada. Surge también del informe psicológico un peligro de reiteración. Estas circunstancias deben ser valoradas", planteó la defensora. Pero en el fallo no se dispuso ninguna atención especial.
Este es textualmente el relato de Carlos Morales que quedó asentado en el fallo:
"Yo soy consciente y me hago cargo del hecho, que fui yo pero en ningún momento tuve arma, si hubiera tenido lo hubiera dicho, yo nunca anduve con armas. En la otra causa, cuando me condenaron, no me dieron tratamiento en la Unidad 4 de Bahía Blanca, yo sé que tengo un problema, que cuando tomo mucho me pierdo, hago cosas. Yo quiero también que me den un tratamiento".
"Luego de la cárcel salgo igual o peor, no sé lo que puedo hacer el día de mañana. Yo me acuerdo que ese día yo estuve con una mujer así, sé que me había mandado una macana, pero no me fui a otro lado. Le dije a mi amigo que había estado con una mujer y no me acordaba dónde. Sé que me mandé una macana y que ahora tengo que cumplir. Pido ayuda para cuando tenga que salir".