SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Laura Marcela Diego, de 41 años, fue una de las personas discriminadas en el micro. Vía telefónica aseguró a este diario que "viajo tres veces por año a Mar del Plata por razones médicas y nunca me había pasado algo así. Nos negaron la merienda, la cena y hasta un vaso de agua".
Relató que se conoció con los otros discapacitados en el colectivo. Rosario Torres, una señora que viajaba acompañada, se bajó en Roca y Aldebarrán Perello, de 50, siguió viaje a la Capital Federal. El micro era con servicio a bordo, semi-cama, e iban muy pocos pasajeros.
"Después de Piedra del Águila sirvieron una merienda y yo vi que para mí y Perello no hubo bandeja", explicó. Al ir a reclamar, vio que Torres tampoco tenía el servicio. "La azafata me explicó que por orden de la empresa, los que por ley no pagamos el pasaje no tenemos ningún servicio", afirmó.
En Neuquén hicieron una denuncia ante un inspector municipal de la terminal de micros y también se comunicaron por teléfono celular con varias personas, entre ellas Cristina Painefil, miembro de la Asociación de Padres de Niños con Discapacidad, de Bariloche.