El Frente para la Victoria se imponía anoche en las elecciones legislativas de Río Negro, logrando dos bancas en el Senado y dos en Diputados sobre las seis que estaban en juego para ambas cámaras.
Los comicios tuvieron una definición muy ajustada y recién al cierre de esta edición la oposición provincial empezaba a hablar de un triunfo seguro.
Con el 79,66% de las mesas escrutadas, los resultados oficiales marcaban una ventaja para Miguel Pichetto sobre Pablo Verani de 1,25% en el tramo de senadores.
Más clara era la diferencia a favor de Jorge Cejas en la definición de los nuevos tres diputados: 2,9% sobre el candidato de la Concertación, Juan Carlos Scalesi.
De esta manera, el próximo 10 de diciembre asumirían en el Senado Miguel Pichetto y María José Bongiorno por el FpV, además de Verani por la Concertación.
En tanto, Cejas y Lorena Rossi serían los diputados por la primera minoría, completando la terna con Scalesi.
Anoche, en un improvisado acto realizado en Viedma, Cejas aseguró que el FpV ganaría finalmente por 3.500 votos la elección para la cámara alta, ubicando en más de 7.000 los sufragios a favor para la Cámara de Diputados. De todas maneras, convocaron a una conferencia para hoy, para hablar sobre datos concretos.
Múltiples cortes
El dato significativo de la elección fue el corte de boletas.
En primer lugar, la suma de votos del Frente para la Victoria y la Concertación rionegrinos superaron ampliamente al número obtenido por Cristina Kirchner en la provincia. Alrededor del 10 por ciento de los que votaron a Pichetto o Verani no eligieron a la senadora para la Presidencia, que obtenía anoche el 56,55% de los sufragios.
Colocando la lupa sobre los comicios legislativos también surge claramente el voto selectivo de los rionegrinos.
Cientos de electores votaron a Verani pero sacaron a Scalesi de su sobre, derivando su adhesión hacia otras fuerzas.
Esta característica fue marcada en Viedma, donde Fernando Chironi consiguió el tercer lugar, aprovechando su pertenencia a la capital provincial y el menor entusiasmo por apoyar al titular de UPCN.
De todas maneras, el diputado nacional no logró los resultados que esperaba en esa ciudad, donde incluso tuvo algunos votos menos que el candidato a presidente de UNA, Roberto Lavagna.
Una situación similar se dio en Bariloche pero con el ARI, que hizo una muy buena elección, a partir de la candidatura de la concejal Sandra Guerrero para la cámara baja del Congreso.
El partido que llevó a Elisa Carrió para la presidencia logró el tercer lugar en los comicios para senadores y diputados en toda la provincia.
Respecto del resto de la provincia, el resultado de Roca también fue relevante.
Cuando faltaban computar muy pocas mesas, la ventaja de Verani sobre Pichetto era menor a 200 votos, pero con una victoria de Cejas sobre Scalesi. Todo un mensaje para el radicalismo en la ciudad donde supo ganar elecciones por miles de sufragios.
Por su parte, en Cipolletti se dio un virtual empate, consiguiendo Pichetto un resultado superador al obtenido el 20 de mayo en la ciudad, cuando buscaba ser gobernador.
Palabras a último momento
Siguiendo el escrutinio voto a voto, ninguno de los candidatos se adjudicó el triunfo hasta después de la medianoche.
Pichetto recién dijo a las 0.15 que el FpV había ganado en seis de las ocho regiones de la provincia y más tarde Cejas arriesgó las cifras sobre bases de datos propios.
Por su parte, Verani y el gobernador, Miguel Saiz, prefirieron hablar de “empate técnico” y de la conveniencia de esperar hasta hoy por un escenario más claro.
La jornada electoral vio alternada su normalidad por distintos episodios.
A primera hora la ausencia de autoridades demoró la apertura de mesas en varias ciudades, como Cipolletti, Allen y Roca. Sobre esta última se confirmó desde la sede local del Correo Argentino que el 90% de los convocados inicialmente se había excusado.
Con la votación en marcha el eje de los problemas pasó por la falta de boletas de distintos partidos dentro de los cuartos oscuros. Esta dificultad era previsible, porque no todas las fuerzas -principalmente aquellas que no tenían candidatos a diputados y senadores en la provincia- presentaron sus modelos de boleta ante el distrito local de la Justicia Electoral Nacional.
En consecuencia, dependían de sus fiscales para la colocación inicial y las reposiciones de mazos en cada uno de los cuartos oscuros. Como eso no ocurrió, se repitieron las quejas y discusiones entre electores y autoridades de mesa.
El final de los comicios fue tan complejo en Río Negro como en el resto del país. Los relojes marcaban las 18 y decenas de personas todavía esperaban para votar. No obstante, la Justicia aclaró rápidamente que no se extendería el horario de los comicios.
El porcentaje de concurrencia fue bueno: rondó el 75%, según los resultados provisorios.
(Redacción Central)