Algunos historiadores señalan que la desgracia del pueblo kurdo está su geografía: ocupan una de las zonas más estratégicas de Medio Oriente. Desde siempre, cualquier imperio o potencia que buscaba expandir su influencia necesariamente debía ocupar su territorio. En el siglo XX, se suma otra "maldición": su subsuelo rebosa de petróleo.
Los kurdos, aliados clave de EE.UU. en la invasión a Irak en 2003, constituyen la minoría étnica sin Estado propio más numerosa del mundo, con más de 40 millones, el tercer pueblo más numeroso de Asia Occidental, después de los árabes y los turcos.
La población kurda se reparte entre Turquía (22 millones), Irán (10 millones), Irak (6.5 millones), Siria (2 millones) y Armenia (1 millón). Descendientes de los medas, son de origen nómada y se asientan desde hace más de treinta siglos en los 500 mil kilómetros cuadrados que forman el Kurdistán.
Su subsuelo es una de las mayores reservas acuíferas y petroleras de Oriente ya que prácticamente todo el crudo de Turquía y Siria, y un tercio del iraquí procede de territorio kurdo. El pueblo kurdo es indoeuropeo pero ha sido fuertemente islamizado desde hace siglos y su sociedad es fuertemente tribal. Pese a ser grandes guerreros, han vivido siempre dominados.
Sólo una vez, al final de la I Guerra Mundial, en la que ayudaron a los aliados contra el Imperio otomano, los kurdos lograron la independencia, en el Tratado de Sèvres. Sin embargo, éste fue sustituido por el de Lausana (1923), que la omitió por intereses petroleros. La creación de nuevas fronteras dificultó su nomadismo.
Además, tienen grandes divisiones internas. Luchas entre clanes, disparidades culturales y religiosas, ya que pese a que la mayoría son musulmanes sunnitas, hay incluso católicos.
También hay distintas concepciones sobre el tipo de independencia que se busca. Así, mientras los kurdos iraquíes parecen sentirse cómodos con el autogobierno del que disfrutan en Irak, los kurdos turcos del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) aspiran a un estado independiente en el sureste de Anatolia desde 1978 .
El grupo, cuyos ataques a soldados turcos generaron la última crisis, ha dejado unos 37.000 muertos en su lucha .