NUEVA YORK (AFP) - Los precios del crudo terminaron en leve baja ayer en Nueva York, luego de tocar los 89 dólares, en una jornada en la que los temores geopolíticos fueron neutralizados por el incremento de las reservas estadounidenses.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de "light sweet crude" para entrega en noviembre bajó 21 centavos a 87,40 dólares, luego de seis sesiones consecutivas en alza. En mitad de la sesión, la cotización del crudo se aceleró bruscamente alcanzando exactamente 89 dólares por primera vez en Nueva York.
El salto se produjo casi inmediatamente después de la aprobación por el parlamento turco de una moción que autoriza durante un año al gobierno a lanzar incursiones militares contra los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) replegados en el norte de Irak.
"La tensión en el norte de Irak preocupa al mercado porque debilita la esperanza deque las exportaciones de petróleo iraquí se reanuden a través de Turquía", explicaron analistas de la casa de corretajes Sucden.
Poco antes, la tensión sobre la región petrolera de Medio Oriente había subido un escalón, con las declaraciones del presidente estadounidense George W. Bush sobre el riesgo de una "tercera guerra mundial" si Irán obtuviera un arma nuclear.
En Londres, el Brent del mar del Norte para entrega en diciembre perdió 66 centavos para cerrar en 82,89 dólares el barril, luego de alcanzar en sesión 84,43 dólares.
Primero "el mercado reaccionó principalmente a las tensiones en Medio Oriente", subrayó Bart Melek, analista de BMO Capital Markets. "El potencial de todo conflicto en Medio Oriente aumenta de manera sustancial el riesgo sobre la oferta", afirmó Simon Wardell, analista del gabinete Global Insight.
"Son seguramente los temores puramente geopolíticos los que fueron tomados en consideración, sabiendo que finalmente el aprovisionamiento está bajo tensión", agregó.
A esos factores alcistas se agrega el incremento de la actividad de los especuladores en la última semana, la debilidad del dólar (que aumenta el poder de compra de los inversores de fuera de la zona euro y estimula la demanda) y además la aparente pasividad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El cartel petrolero, que controla más de un tercio de la oferta mundial, continúa pensando que las bases del mercado no justifican los precios actuales, y no da señales de disponerse poner más crudo en el mercado que los prometidos 500.000 barriles, a partir del 1º de noviembre.