Las matanzas de La Cantuta y de Barrios Altos, dos acusaciones que la Corte Suprema de Justicia de Chile consideró válidas para autorizar la extradición del ex presidente Alberto Fujimori, son los peores crímenes contra los derechos humanos cometidos en Perú en los últimos 30 años.
Ambas matanzas, que dejaron un total de 25 víctimas en 1991 y 1992, fueron ejecutadas por el escuadrón de la muerte integrado por miembros del ejército denominado Grupo Colina, que actuaban bajo órdenes superiores en los años más oscuros de la guerra interna contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.
La justicia peruana acusó a Fujimori de tener responsabilidad en ambos hechos como coautor de los delitos de homicidio calificado, tortura y desaparición forzada de personas, considerados de lesa humanidad.