BUENOS AIRES (ABA) . - La decisión del titular del Banco Central, Martín Redrado, de hablar sobre el peligro inflacionario que enfrenta el país, fue motivada por el aparente objetivo de "bajar" un mensaje contundente contra el ministro de Planificación, Julio de Vido, para ir limitando la posibilidad de que el jefe de esa cartera continúe en un eventual mandato de Cristina Fernández, si es elegida presidente en octubre.
Ese fue uno de los principales conceptos que lanzó un importante funcionario de Casa de Gobierno cercano al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y en ese contexto la fuente puntualizó que "Redrado buscó bajar línea y preparar el terreno para un posible desembarco en el Ministerio de Economía en caso que el oficialismo gane en octubre".
Es más, según la misma fuente Redrado realizó las polémicas declaraciones el jueves pasado en Londres con el aparente "visto bueno" del entorno de la candidata Cristina Fernández.
A la vez, el vocero gubernamental negó que los polémicos conceptos del presidente del Banco Central hubieran generado un cortocircuito con el jefe de Estado, Néstor Kirchner.
"No hubo problemas con el presidente. El conflicto en realidad es con De Vido y con Guillermo Moreno (secretario de Comercio Interior) por la manipulación de los datos del INDEC y por haber generado incertidumbre sobre la economía en general", resaltó la misma fuente.
En forma paralela, en el Banco Central aseguraron que el manejo que ha hecho De Vido y Moreno con respecto al índice de precios ha sido absolutamente desafortunado y remarcó que "lo que pasa es que el ministro (por De Vido) busca quedarse en el Gobierno sabiendo que van a prescindir de él".
Golpe a golpe
Claro que desde el otro lado de la campana, los asesores del ministro de Infraestructura se mostraron sumamente duros con el titular del Banco Central.
"Lo que tendría que hacer Redrado es preocuparse más por el fuerte aumento de la emisión y de los problemas que hay con la tasa de interés", recalcó uno de los funcionarios de Planificación.
Incluso, del sector "pingüino" que rechaza la embestida, advirtieron que aún cuando el titular del BCRA tenga mandato hasta 2010 "nadie tiene la estabilidad comprada si con sus declaraciones busca dañar la recuperación del país".
Sin embargo, en el Central replicaron que Redrado se está ocupando personalmente del problema de la tasa de interés y en ese sentido mencionaron una reunión que mantuvo el lunes con representantes de bancos públicos y privados. Allí se resolvió realizar pases activos para inyectar 1.000 millones de dólares con un rendimiento del 11 por ciento, a fin de buscar una baja en la tasa de interés.
Se supo que fueron los propios banqueros los que le advirtieron a Redrado sobre las consecuencias que se podrían ver en corto tiempo con tasas tan elevadas. Entre esas consecuencias mencionaron una caída del nivel de actividad y un fuerte aumento de la morosidad en el pago de los créditos.De allí que Redrado acordó con los banqueros seguir día a día la evolución de las tasas.
A su vez, esta inyección de liquidez tuvo una repercusión más positiva en el Ministerio de Economía que en la cartera de Planificación.
Algunos colaboradores del ministro de Economía, Miguel Peirano, admitieron la necesidad de bajar drásticamente los niveles de tasas en el mercado local.
Aunque particularmente en Economía se asegura que la postura de Peirano es alejarse cada vez más de "posibles conflictos". "Se quiere seguir con un perfil absolutamente bajo", aseguró uno de sus principales funcionarios, considerando que esa postura podría servirle para continuar en su cargo si Cristina Fernández llega a ser elegida presidente.