En cualquier escenario, era sorpresa. Pero en el Stade de France, impacto total, histórico. Los Pumas sorprendieron al dueño de casa en la apertura del Mundial de rugby y les arruinaron la fiesta a los galos, en un partido memorable. Fue 17-12, un resultado que quedará grabado a fuego en el deporte argentino.
La selección de Marcelo Loffreda justificó su triunfo en la primera mitad. Manejó la pelota y sacó una ventaja decisiva de 17-9 a través de un try de Ignacio Corleto y cuatro penales de Felipe Contepomi. En el segundo tiempo Francia asumió el protagonismo y tuvo chances de dar vuelta el partido, pero en esos 40 minutos finales afloró la mística puma. Sus jugadores no pararon de tacklear y festejaron a lo grande.
Con mucha actitud, Los Pumas dominaron en el arranque. Juan Martín Hernández, que alternó kicks a cargar con otros más profundos, manejó el ritmo del partido frente a un quince local desconcertado y muy impreciso con la pelota en sus manos.
A Francia le costó mucho salir de su campo. Argentina tackleaba y tackleaba y recuperaba muchas pelotas en el contacto. Sólo le faltaba concretar en el ingoal rival, pero a través de un par de penales de Felipe se puso al frente rápidamente por 6-3.
Francia, que por momentos emparejó por el buen trabajo de sus delanteros, pudo hilvanar pocas jugadas de varias fases en esa etapa inicial. Conseguía la pelota, pero le costaba quebrar la primera línea defensiva albiceleste. Por eso Los Pumas siguieron con el control
Se pusieron 9-3 con un nuevo penal de Contepomi y al fin consiguieron vulnerar el ingoal galo cuando Horacio Agulla interceptó un mal pase de Remy Martin y habilitó a Ignacio Corleto, quien corrió 50 metros y apoyó en la meta francesa (14-3).
Un par de penales de David Skrela contra uno brillante de Contepomi pateador desde detrás de mitad de cancha dejaron el parcial 17-9 en favor de los conducidos por Loffreda.
La hazaña estaba a sólo 40 minutos. Francia empezó con otra actitud en el complemento. De movida, los forwards a través de un maul, avanzaron 30 metros y quedaron a centímetros de marcar, pero chocaron con un pack argentino que aguantó a pie firme cuatro embestidas.
Más tarde, Skrela falló un penal de muy factible concreción y Francia no pudo ponerse a tiro de try. Laporte, entonces, hizo entrar al "gigante" Sebastien Chabal y cambió la pareja de medios.
Pero gigantes fueron Los Pumas, que no pararon de tacklear hasta el final y terminaron en campo ajeno, con la posibilidad trunca, por dos penales fallados por Contepomi, de dejar a Francia sin siquiera un punto bonus.
Fue una victoria soñada, que deja al equipo albiceleste a un paso de clasificarse para los cuartos de final por segunda vez en la historia de los mundiales.
Si le gana a Irlanda el 30 de septiembre en el Parque de los Príncipes, la clasificación tendrá un premio extra, ya que quedará primero en su grupo (en el medio estarán los duelos ante Georgia y Namibia, donde Argentina no debería tener problemas) y evitará a los All Blacks en cuartos.
Todavía queda mucho camino por recorrer, pero tras el brillante triunfo conseguido en el Saint Denis, se abre un amplio espacio a la ilusión de alcanzar la mejor ubicación histórica en una Copa del Mundo. Y este equipo, por todo lo que dio en estos últimos ocho años, bien que lo merece.