RINCÓN DE LOS SAUCES (ARS).- No lo podía creer ni el mismo Hugo Wernli, hasta lo levantaron en andas para que los fotógrafos lo puedan retratar y la cara del flamante ganador era de desconcierto total.
"¡Ganaste, Hugo, gastaste!", le gritaban decenas de simpatizantes y de a poco todos comenzaban a entender que le habían ganando al tremendo aparato de Guillermo Pereyra y el Movimiento Popular Neuquino.
El festejo se centralizó en la Unidad Básica justicialista, lugar donde hacía doce años que no se festejaba un triunfo. El último peronista que festejó ( ganando por apenas un voto en 1995) fue Carlos Macchi.
Pero lo de ayer fue para Rincón de los Sauces una fecha que quedará en la historia local, ya que nadie sospechaba, al menos hasta el momento en que salieron las primeras mesas escrutadas, que no sería Rucci quien se que
dara con elecciones en Rincón.
Lo que pasa es que la campaña de Wernli fue austera, a comparación con el despliegue de campaña que mostró el MPN.
Antes de que llegue el ganador a la unidad básica, cientos de simpatizantes se agruparon en la calle Mendoza, esperando a su candidato.
Al momento del arribo, los gritos, la emoción y las lágrimas fueron el entorno que marcaron los primeros minutos del festejo. Al poco tiempo, se organizó una extensa caravana de vehículos que recorrieron toda la ciudad con al ritmo del clásico bombo peronista.
Sin embargo, no fueron sólo peronistas porque la mayoría de los partidos que acompañaron a Wernli en la elección también participó en la movida del ganador por las principales calles de Rincón de los Sauces, la cuidad que le dio la espalda al MPN.
"Estoy muy contento y les agradezco eternamente a todos los que confiaron en nuestra propuesta... este será un gobierno para todos, no sólo para un sector", enfatizó, disfónico por la euforia, el nuevo intendente de la ciudad.