WASHINGTON/MIAMI/CIUDAD DE PANAMá (dpa) - El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega se encamina irremediablemente hacia Francia, después de que un juez de Miami lo declarase ayer "extraditable" y de que el gobierno estadounidense confirmase sus intenciones de satisfacer la reclamación de París.
Mientras tanto, los abogados de Noriega anunciaron que seguirán utilizando todas las armas legales en sus manos para frenar el proceso, y el gobierno de Panamá aseguró que insistirá en reclamar su extradición.
Los plazos en los que se resolverá el caso están aún por definirse, según los expertos, porque depende de los pasos que tomen las partes. Incluso nadie descarta que se prolongue más allá de que Noriega salga de la cárcel de Florida el 9 de septiembre.
Con su decisión de ayer, que debe ser confirmada por el Departamento de Estado, el juez William Turnoff satisfizo las demandas del Departamento de Justicia y empujó un poco más al ex líder panameño hacia Francia, que lo reclama por lavado de dinero.
Noriega, que cumple 17 años de condena en Estados Unidos por narcotráfico, deseaba ser repatriado a Panamá, que también lo reclamaba desde 1991 para cumplir varias condenas por otros delitos. Turnoff, del juzgado de distrito del sur de Florida, pidió al gobierno estadounidense que le envíe en un plazo de 24 horas una solicitud formal de extradición para su firma.
El Departamento de Estado mostró su predisposición para seguir con el proceso hacia Francia iniciado por Justicia. "No espero que este departamento o cualquier otra rama del ejecutivo se oponga", afirmó Tom Casey, portavoz adjunto de la institución.
En tanto, el Ejecutivo panameño aseguró a través de un escueto comunicado de la Secretaría de Comunicación que seguirá reclamando el regreso de Noriega. Dado que la decisión del juez no es apelable, uno de los abogados de Noriega, Frank Rubino, anunció que presentará una nueva solicitud de "hábeas corpus" para frenar la extradición de su cliente a Francia. "Estamos muy decepcionados con la decisión del juez, porque desde el principio se mostró que aceptaba la condición de prisionero de guerra de Noriega de acuerdo a la Convención de Ginebra", afirmó Rubino.
