- ¿Está notificado de la decisión del Comité Nacional de intervenir a la UCR rionegrina que usted preside?

- No, no, para nada...

- ¿Volvió de Europa y se sorprendió?

- Me aflige que Morales no haya cumplido la palabra. Por Convención Nacional del partido no se puede decidir intervenir un distrito, como sucedió en Rosario. De todas maneras esa es una cuestión leguleya, lo concreto es la la política, que es desde donde se decide la intervención.

- ¿No le habló Morales, el presidente nacional de la UCR?

- No.

- ¿Le hablará usted?

- ¡No, no! Si el gobernador Miguel Saiz cortó el diálogo no voy yo a andar buscando diálogo con Morales. ¡No, no! Sería un despropósito. Para mí, el código que más vale es el de la amistad, en consecuencia, en política tampoco clavo un puñal. No estoy ni con Lavagna ni con Kirchner, pero sí estoy en respaldo de una política provincial que liderada por la UCR nos permitió mantener el poder. La lealtad personal es mi código y de ahí no me salgo. Soy leal a la política que hemos desarrollado y que hoy continúa el gobernador Saiz. El ganó las elecciones y ahora hay que respaldarlo. El hizo un pacto con Kirchner y lo tiene que cumplir.

- ¿Y a usted le gusta ese pacto?

- Como siempre lo dije, tengo reparos para cómo gobierna Kirchner. Hay cosas buenas y cosas que no me gustan, pero el pacto está y hay que cumplirlo.

- ¿En cuanto lo perturba a usted la intervención?

- Más que perturbarme, me entristece. No por mí, que quede claro. Sino porque están interviniendo a todos los radicalismos que ganan. Me entristece ver cómo lo están destruyendo al partido.

- ¿Usted cree que se podrá efectivizar la intervención a la UCR rionegrina?

- Va a ser difícil. No les van a dar lugar a nada.

- Dicen los que dicen saber, que el interventor sería "Yuyo" Gauna. ¿Qué sabe usted al respecto?

- Nada. A "Yuyo" lo conozco, es muy buena persona.

- ¿Qué opinión tiene de Morales como titular de la UCR?

- Me disgusta que no cumpla lo que pacta. El había pactado conmigo que hasta el 12 de agosto se habría una impasse en toda esta cuestión hasta ver que resolvía la Convención del radicalismo rionegrino, pero él no cumplió. Ahora no me puede decir que "el partido, que la mesa de conducción del Comité Nacional" ni que ocho cuartos. ¡Que no me venga con nada de eso porque la intervención la votaron con suplentes y en un marco de fundamentos agraviantes para con el radicalismo rionegrino a la hora de argumentar la decisión.

- ¿Qué agravios?

- Lo que dijo el presidente de la Juventud Radical para sostener la intervención. ¡Cuando a este tipo todavía no lo habían ni siquiera imaginado los padres, yo ya estaba en el radicalismo!

- Volvió caliente de Grecia ¿no?

- La cuna de la democracia... ¿Caliente? No, no... disgustado sí. Pero mejor no seguimos porque se puede joder todo más de lo que lo está. ¡Tengo el deber de atemperar el ánimo!

- No lo parece...

- Yo lo que no voy a violar es el principio de la lealtad de las palabras empeñadas. Yo sigo en la mía: no soy radical con L ni con K de Kirchner...

- ¿Qué quiere decir con eso?

- Que a mí me intervienen el partido los radicales que hicieron sociedad con quienes el día antes de la Convención de Rosario, cantaban la marcha peronista con Lavagna, Camaño, Sarghini y Juanjo Alvarez. Esos son los que intervienen el radicalismo rionegrino.

- ¿El kirchnerismo no le hará ahora cantar la marcha peronista?

- ¡Ni mamado la canto! Ni ellos la saben... (ABA)